Laika es uno de aquellos espectáculos de premio que te haría perder cualquier quiniela. Ha atesoradoseis galardones en solo un año. Y los que están aún por venir. Y lo ha hecho gracias a un animal, a un perro, más concretamente a la perro que comenzó la carrera espacial durante la Guerra Fría: ella fue el primer ser vivo en orbitar alrededor de la Tierra, pero fue también el primer ser vivo que murió para satisfacer las ansias de poder y gloria de unos hombres a quienes la vida de un perro no los importaba lo más mínimo. Laika es la protagonista de este espectáculo de los Xirriquiteula que ha dirigido Enric Ases y que nos explican dos de sus creadores, Iolanda Llansó y Daniel Carreras.

-¿Por qué hacer protagonista a un perro
Porque su vida nos pareció muy novelable. ¡Es la historia de una historia! Y, además, porque los niños tienen mucha empatía con los animales.

-¿Queréis hablar de la carrera espacial?, ¿del maltrato a los animales?, ¿de la Guerra Fría? o ¿de todo un poco?
De todo un poco, pero sobre todo del abuso de poder.

-¿Cómo trabajáis la combinación de lenguajes: títeres, sombras, actores...?
Queríamos hacer un espectáculo muy visual y con muy poca palabra, como ya hemos hecho con espectáculos anteriores, porque nos abre a los mercados internacionales y los espectáculos tienen una vida más larga. Y para hacer la historia comprensible tienes que jugar con diferentes técnicas. La gran apuesta en este espectáculo ha sido utilizar los retroproyectores, puesto que dan la posibilidad de hacer proyecciones en directo y su limitación ayuda a lograr una plástica de acuerdo con la época de la historia que explicamos.
También nos gusta la idea que todo lo que pasa al escenario esté cocinado al momento, creemos que es importante para los niños que, estando tan acostumbrados a las pantallas y tecnologías varias, vean que manualmente se pueden construir aventuras épicas.

-¿Creéis que el futuro está en la hibridación de lenguajes?
Al menos ahora esta es la tendencia, quien sabe si en el futuro nos cansaremos de tanta interacción y se empezará a hacer espectáculos más "puristas" de una suela técnica.

-¿Cuál fue el punto de partida para definir la estética del espectáculo?
Nos encantaba la estética de la época propia en qué sucedieron los hechos, la Rusia de los años 50 y 60. El cartelismo, la grafía, los aparatos mecánicos, la vestimenta pobre del pueblo y los uniformes militares. Todo ello ya nos dio la paleta de colores y sabores que tenía que tener el espectáculo.

-Vuestros espectáculos se alejan mucho del típico espectáculo para niños... ¿creéis que en los últimos años se está revolucionando el mundo de los espectáculos familiares?
-Siempre -y todavía hoy- ha habido prejuicios respecto al teatro infantil. En los últimos años son muchas las compañías que vamos demostrando que se puede hablar de todo y usar gran variedad de recursos formales.

-Habéis ganado premios importantes, como el BBVA, ¿son muy importantes para compañías que trabajáis para un público familiar?
No es habitual que un espectáculo, en su primer año, acumule ya 6 premios. El último, el premio de Teatro BBVA, ha sido el más sorprendente de todos porque no hace distinciones ni categorías en función del público a quien se dirigen las obras valoradas. Todos estos reconocimientos te dan mucha confianza y satisfacción personal. Y además te aportan notoriedad, cierta presencia en los medios de comunicación y una credibilidad que facilita las contrataciones y la entrada en los circuitos. Aun así, detrás de cada fecha y cada función hay mucho trabajo por parte del equipo de oficina que, pese a los premios, tiene que trabajar intensamente porque el espectáculo gire.