Como se acuerdan de cuando los pies no les llegaban al suelo, han decidido rozar con las manos al cielo. Han decidido subir alto. Y han decidido hacerlo juntos. Entre juegos y risas, entre aciertos y fracasos, entre bromas y lamentos... pero siempre juntos. Y juntos construir torres para celebrar una amistad y un tiempo en que, como dice la canción de la Eléctrica Dharma, fueron felices.

Circ Pistolet, es decir, Tomàs Cardús y Enric Petit, han elegido una estrofa de una canción de la Eléctrica Dharma para dar nombre a un espectáculo que habla de la infancia y de la amistad, de un tiempo en que no importaba si caías porque siempre eras capaz de volverte a levantar y de hacerlo con una sonrisa. Quan no tocàvem de peus a terra, que esto es el que dice la canción de la Dharma y así es como se titula el espectáculo del Circ Pistolet, es un espectáculo hecho de acrobacias y de equilibrios, las que ambos artistas construyen con solo unos troncos y unas maderas, con aquello que podían haber encontrado durante su infancia en una tarde de verano y travesuras en el bosque. Solo que ahora Tomàs Cardús y Enric Petit son impecables en la técnica de mano a mano. Y logran dejar boquiabiertos a grandes y a pequeños con esas torres que parecen llegar al cielo.

En el Centre Cultural Albareda no solo consiguieron una ovación cerrada sino que -y es todavía más importante- mantuvieron durante aproximadamente una hora a muchos pequeños -algunos de ellos muy pequeños- absolutamente fascinados con lo que veían al escenario, porque Circ Pistolet hilvana las acrobacias con juegos de payaso, juegos de niño, de caídas y tropiezos, de muecas y burlas, que hicieron las delicias de todos los que acudieron.

Y que nadie olvide que la de Albareda fue la primera actuación de las seis que tienen que ofrecer en el circuito Barcelona Districte Cultural. O sea que próximamente podéis descubrirlos en Can Clariana, Joan Oliver, Cotxeres Borrell, La Farinera y Font d'en Fargues..