¿Se puede enrejar una nube? ¿Y se puede enrejar a una niña que tiene que dejar su casa para encontrar un lugar donde vivir y sobrevivir? No, claro que no. Pero hay quién lo intenta, hay quién quiere sacar provecho de las desgracias ajenas... Seres malos, monstruos... Como los que aparecen en Kumulunimbu, el espectáculo que la compañía Ortiga está presentando en nuestros escenarios y que el sábado llegó al del centro cívico Parc Sandaru.

La de Kumulunimbu es una historia pequeña y delicada pero que te llega y te atrapa, la historia de una niña que pierde su nube y tiene que viajar, lejos, muy lejos, para poder recuperarla; una niña que tiene que combatir con unos seres malvados que quieren quitarle su nube porque saben que la nube es agua y el agua es vida y que tener el control sobre la vida y la muerte te hace muy poderoso.

Y esta historia nos la explican dentro de una pequeña carpa que esconde un pequeño teatro, un teatro de telones de terciopelo rojo que enmarcan los paisajes de la historia que vive esta niña, escenificada por una marioneta de rostro tierno, que persigue una nube y cabalga a lomos de ella como si fuera un caballo. Pero la historia también vive fuera del teatrillo porque los integrantes de Ortiga no solo son manipuladores sino también actores que dan vida a los hombres malvados que quieren atrapar la nube. Así títeres y máscaras conviven dentro de esa carpa que la Cia Ortiga ha paseado por medio mundo para explicar una historia minúscula con un corazón enorme que no deja indiferentes ni a pequeños ni a mayores.