La música como puente: entre lenguas y entre culturas. La música como fuente de vida. La música como reivindicación de la dignidad: la de los pueblos y la de las personas.

La formación Orpheus XXI construye este puente en cada una de sus actuaciones gracias a la sinceridad y la virtuositat de los músicos que reúne en el escenario, músicos llegados de Siria, de Palestina, de Bulgaria, de Grecia, del Marruecos... músicos que se han refugiado entre nosotros ante las situaciones de injusticia que se viven en sus países y que han hecho de la música su mejor bandera.

Orpheus XXI, un proyecto pedagógico y divulgativo que Jordi Savall ideó en una de sus visitas a los campos de refugiados, ha subido a los escenarios del Barcelona Districte Cultural, el último el del CC Albareda, a una formación de músicos que pueden presumir de su excelencia en la interpretación de las diferentes músicas de la ribera del Mediterráneo, músicas que cantan en varios idiomas, músicas que llevan al espectador a volar hasta parajes lejanos, que sabe bellísimos pero también doloridos.

El concierto del CC Albareda, que acabó con bises ante la larga ovación de los espectadores -muchos conocedores de las melodías y de las letras de las canciones, que entonaban en murmullos- consiguió transportar al público hasta un mundo soñado en el que la música es capaz de sobreponerse a los conflictos y al dolor para agrandar almas y coros. ¡Viva la música!