Es difícil hacerse un nombre en el mundo de la danza contemporánea. Pero en esto está Aina Lamas quién, gracias a un premio, el que le otorgó La Llotja, ha podido soñar con la diosa Mawu sobre los escenarios. Ella es el motivo de la primera pieza que presenta con su compañía, una coreografía que solo es bailada por mujeres y que bebe de los ritmos africanos.

- ¿Por qué este viaje hacia tierras africanas? Y ¿por qué os habéis fijado en la diosa Mawu?
Después de un largo estudio de las danzas urbanas llegué a la conclusión que todo aquello que me gustaba de ellas tarde o temprano venía del continente africano y que el ritual social que caracteriza las danzas de calle proviene de las danzas tradicionales africanas. La figura deMawu ha ido apareciendo a lo largo de los años en el *tarot, viajes astrales y rituales regresivos que he practicado.

- ¿Cómo es la mujer que queréis dibujar en Mawu?
Es una mujer que está viva, que es libre, que celebra su cuerpo y que toma las riendas de sus propios conflictos. Se enfrenta al colectivo por su identidad y coopera con los otros seres que viven en cuerpo de mujer para transcender los estereotipos y patrones sociales que a menudo las enfrentan.

- ¿Cómo explicarías tu estilo de danza?
Una mezcla de estilos urbanos con entendimiento de cuerpo contemporáneo, que puede mutar y estar al servicio de ideas más teatrales o poéticas.

-Te gusta más coreografiar para mujeres que para hombres?
Sí.

-Explícanos tu trayectoria como coreógrafa
Empecé muy pronto presentando proyectos coreográficos en la compañía juvenil donde bailaba desde los 13 años y más tarde, al pasarme a las danzas urbanas, empecé a coreografiar para competiciones, acontecimientos, marcas y vídeo-danza. Con DBlock, mi primera compañía de danza urbana, organizábamos cada año una producción de danza-teatro donde todos participábamos coreografiando. Después de que se disolviera este proyecto he seguido coreografiando, tanto para piezas en formato de solo como dúos o tríos que han girado por festivales en España y Centroamérica. Además de Mawu, sigo coreografiando y dirigiendo espectáculos corporativos, tanto para marcas como en festivales de música o acompañamientos de artistas musicales.

- ¿Cómo os ayudó el premio La Llotja para poder hacer esta coreografía?
El premio fue el trampolín para la creación de Mawu. Ellos me dieron espacio y dinero para presentar lo que quisiera. Les estoy muy agradecida.

- ¿Es muy difícil abrirse camino en el mundo de la danza a Barcelona?
Yo no puedo decir que àra mi, en comparación a otros, haya sido muy difícil. Me ha ido relativamente bien. Pero nada me ha caído del cielo, siempre he trabajado durísimo en cada proyecto. Lo que si que pienso es que las condiciones que se nos dan no son las que merecemos. Es difícil sentir que tienes un trabajo y una situación digna si te dedicas a la danza en España.