Podía haber puesto un zoo, pero ha decidido abrir una granja. Una granja en la que ningún animal es aquello que podríamos llamar normal, si es que normal quiere decir algo en este mundo hecho de rarezas. Y es a esto, a las rarezas, a lo que rinde homenaje el espectáculo que Nuri Total nos presentará durante este Districte Cultural, un montaje en el que todos, los del escenario y también los de la platea, seremos Bitxos raros.

- ¿Cómo nació el espectáculo? ¿Es un canto a la diferencia?
El espectáculo nació después de sacar el disco de Bitxos raros. Teníamos ganas de crear una historia que uniera todas las canciones y acabamos creando la granja de los Bitxos raros.
Sí que se podría describir como un canto a la diferencia y sobretodo un homenaje a las rarezas.

- ¿Por qué decidisteis hacer esta apuesta por el mundo rural?
Nos gustaba mucho que la historia se desarrollara en un entorno rural. Nos encajaba mucho porque tanto yo como Tomás y Marco vivimos en el bosque, así que nos inspiraba mucho hacerlo así.

- ¿Cómo trabajáis las canciones? ¿Y la puesta en escena?
En este caso en particular pedí a mis amigos que me dijeran un animal con una característica especial o rara. A partir de aquí me inventé la historia de cada bicho y le puse la música. Fue muy divertido crear las historias sin decidir el título. Tomás se encargó de grabarlo y de hacer los arreglos.
La puesta en escena la hizo Tomás, ¡con sus manos! Diseñó cada bicho y le dio forma. Con la casa de los tres granjeros hizo el mismo. Es un poco castor arquitecto.

- ¿Cómo integráis el claqué en el espectáculo?
Lo integramos como un instrumento más que aparece en algunas canciones. Son pinceladas claqueteres.

-Explícanos un poco la fauna de Bitxos raros que presentáis sobre el escenario
En la granja de los Bitxos raros aparece un pulpo en bicicleta con un chichón en la cabeza, un escarabajo que contempla siempre sentado, un camaleón que hace un largo viaje persiguiendo su color preferido, un castor que hace maravillas con sus manecitas y sus dientes, una libélula entusiasmada con la vida espacial, un sapo vegetariano que solo sueña con tener alas y volar, un pingüino que por mucho que quiera no puede dejar de cantar y crea una orquesta y un canguro que se convierte en taxista para llevar a todos los bichos raros en su bolsillo.

-Compaginas el trabajo para adultos y para niños, ¿donde te encuentras más cómoda? ¿Y cuál es el público que más te enriquece?
Creo que me gustan mucho los dos públicos. Al fin y al cabo lo que me gusta es inventarme historias, y que haya un público que las venga a escuchar está muy bien. Y cierto es que nos gusta mucho el público familiar porque nos vienen desde niños muy pequeños hasta abuelos...¡Y funciona muy bien!