¿Cuántas caras tiene un comediante? Si se llama Marcel Tomàs, os podemos prometer que son muchas. Es atleta, médico, cocinero, arquitecto, músico, obispo... Es amante de los renos y su principal detractor. Es amante de la nieve aunque le asquee de tan blanca. Es un enamorado que busca el amor en Tinder. Es un ventrílocuo que casa parejas del público. Es Pedro Navaja... Todas estas son sus caras y con todas ellas consiguió hacer reír y sonreír al público del centro cívico Casinet d'Hostafrancs, el primero que lo ha podido disfrutar en el marco de su gira por los escenarios del Barcelona Districte Cultural.

Marcel Tomàs lleva la comedia en la sangre y la derrama generoso sobre el escenario en un espectáculo donde canta y baila y sobre todo donde improvisa y juega con el público. Y es en estos momentos, cuando tiene que buscar y encontrar la réplica rápida y acertada, o cuando se pierde en una de las escenas que él mismo se ha inventado, cuando se crece y demuestra cuáles tienen que ser las virtudes del comediante, la profesión que él eligió y que pasea orgulloso ante un público que se lo agradece con creces. Con risas. Y con una larga ovación.