- Inicio
- ¿Qué estamos haciendo?
- ¿Qué necesitas que hagamos?
- ¿Qué necesitamos que hagas?
- Actualidad
Más de 200 kg de residuos recogidos gracias a la acción comunitaria
La primera quincena de junio ha sido caracterizada por el trabajo en equipo desde un enfoque ecológico, con las sucesivas limpiezas colaborativas que se han realizado en la ciudad.

Playas y jardines ahora más limpios gracias a la acción comunitaria. Con el objetivo de mejorar tanto el entorno natural, como el urbano y generar conciencia colectiva sobre la importancia de tener espacios limpios y sostenibles, centenares de personas, desde niños hasta adultos, han participado en estas jornadas de limpieza colaborativa en las que ha destacado el compromiso medioambiental y comunitario.
La primera de las acciones se llevó a cabo el pasado 6 de junio en los emblemáticos jardines de Mossèn Cinto Verdaguer a cargo de la fundación ASPACE, que velan por la calidad de vida de las personas con parálisis cerebral y discapacidades afines, promoviendo su inclusión social y la participación activa en la comunidad. La jornada contó con la participación de 57 personas, algunas de ellas con discapacidad motriz, sensorial o cognitiva que, acompañadas por profesionales y voluntarios, contribuyeron activamente a la limpieza de los jardines.
La actividad, adaptada a las necesidades de todas las personas participantes, se desarrolló en un ambiente amable y colaborativo, y culminó con un sentimiento compartido de satisfacción. La recogida de 7,58 kg de residuos no solo tuvo un impacto ambiental positivo, sino que reforzó el valor de la inclusión y la importancia de hacer partícipes a todas las personas en el cuidado del medio ambiente.
Y ahora los protagonistas son los más pequeños, porque un total de 500 niñas y niños participaron en la segunda limpieza colaborativa organizada por la escuela IPSI. El día 12 de junio fue momento para compartir un espacio conjunto donde la sostenibilidad era el centro del discurso y donde la limpieza del mismo espacio verde (los jardines de Mossèn Cinto Verdaguer) resultó una actividad pedagógica, lúdica y excelentemente coordinada.
Con el apoyo del profesorado, el alumnado recogió más de 105 kg de residuos, entre envases, rechazo, orgánico e incluso, una parte de un coche. A través de esta acción, los más pequeños pudieron ver de manera tangible el impacto de sus acciones, reflexionando de manera colectiva sobre la importancia de cuidar los espacios comunes.
Y esto no se acaba aquí, y es que el 15 de junio, 130 personas voluntarias pertenecientes a 10 entidades diferentes se desplazaban a la playa de Somorrostro para recoger hasta 93,5 kg de residuos. En su mayoría envases y plásticos (32,95 kg) y con la recogida de una cifra alarmante de hasta 5.249 colillas, esta acción consiguió devolver un litoral mucho más limpio. Además, también ha conseguido posar la atención sobre el grave impacto que generan los residuos más pequeños que, a pesar de pasar desapercibidos, tienen un gran efecto contaminante sobre los ecosistemas marinos.
Tres acciones que son una muestra clara de que el cuidado del medio ambiente debe ser una responsabilidad compartida, donde todo el mundo aporte valor. Gracias a la implicación de personas y entidades, Barcelona continúa avanzando hacia un modelo de ciudad más inclusivo, sostenible y, en definitiva, más limpio.