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Mucho más que competiciones

Además de ser la sede de pruebas y competiciones ciclistas, el Velódromo de Horta también es una instalación al servicio de los ciudadanos de Barcelona. Por eso, se llevan a cabo actividades abiertas a todo el mundo, como cursos de iniciación al mundo de la bicicleta para jóvenes y adultos, y procesos de tecnificación. También es posible disfrutar de masajes deportivos, del circuito anexo de BMX y del entorno natural del parque de Collserola. Cerca de allí, también se puede ver un poema visual de Joan Brossa.

Escuela municipal de ciclismo

La instalación también es la sede de la Federación Catalana de Ciclismo y de la Escuela Municipal de Ciclismo. La escuela es un proyecto deportivo que pretende educar a los niños como ciudadanos por medio de la bicicleta ofreciendo conocimientos sobre seguridad vial e inculcando, al mismo tiempo, valores humanos como el trabajo en grupo y el esfuerzo.

El velódromo se inauguró en 1984 con motivo de la celebración del Campeonato Mundial de Ciclismo en Pista. Los autores del diseño, los arquitectos Esteve Bonell y Francesc Rius, contaron con la colaboración del especialista alemán Herbert Schürmann. En 1984, la instalación recibió el Premio FAD de Arquitectura.