Ir al contenido principal
Barcelona cultura

Blog

Blai Mateu: "Reír y llorar te permiten tener los pies en el suelo"

Mié 27/03/2019 | 14:45 H

Por Andreu Gomila

Si hay un artista catalán que nos ha dejado asombrados en los últimos años, alguien que nos ha hecho creer que el más difícil todavía no es un dicho, un tópico tronado, que no hay límites entre las artes, este es Blai Mateu y el Baró d'Evel Cirk cie. que comparte con su pareja Camille Decourtye. Hace años que viven en la Alta Garona y que presentan año un nuevo espectáculo en Barcelona, con el festival Grec como punto de referencia. El año pasado nos maravillaron con 'Là', primera parte de un díptico, finalista en los premios de la Crítica al mejor espectáculo de 2018, que completarán este 2019 con 'Falaise'... 'Là sur la falaise', allí en el acantilado.

Naciste aquí, pero te formaste en Francia, vives allí, trabajas mucho allí... ¿Cómo se ve Barcelona desde el país vecino?
Es muy diferente. Aquí hemos llegado a tener prestigio antes que allí, aunque trabajábamos mucho más en Francia. Aquí hemos podido hacer encuentros artísticos muy potentes, como el de Frederic Amat, que allí no se han dado... Son otros circuitos, pero nosotros hemos hecho espectáculos muy diferentes que encajan en un circuito u otro. 'Bestias' no ha girado en los mismos lugares que 'Là' o 'Mazùt'. Cada producción nos abre un poco un mundo, allí. Aquí, no. Siempre hemos estado ligados al Mercat de les Flor y ahora al Teatre Lliure. Aquí es más pequeño. Aunque hay un festival de Austria, La Strada, en Graz, donde las hemos hecho todas, así como en Lille.

¿Aquí tenéis el prestigio y en Francia, los medios?
Todo se mueve así como se mueve nuestro lenguaje. Comenzamos con festivales de calle, después hicimos teatros pequeños, carpas... Aquí tuvimos el reconocimiento ya con 'Le sort du dedans' y con las puertas que nos abrió el Mercat de les Flors, que nos fueron muy bien allí.

¿Cómo os etiquetan? Tú siempre reivindicas el circo...
Lo reivindico como arte noble. No siento que hago más circo que danza, o más danza que teatro, o más música que danza... Lo moderno es hacerlo. Como con el móvil, que lo tienes todo allí.

¿Cuándo tienes que enfrentarte a un espectáculo, miráis atrás ya?
La gente que tiene ganas de encontrar coincidencias entre espectáculos las puede encontrar. Intentamos ir cada vez más lejos.

Los artistas con los que colaboráis, ¿definen los espectáculos?
Con los colaboradores, marcamos un camino. Nos ayudan a hacerlos, pero quien tiene la responsabilidad de todo esto somos la Camille y yo.

¿De dónde nacen los espectáculos?
'Bestias' venía tras 'Mazùt' y del encuentro con los Mal Pelo, donde tuvimos la sensación de renovar el espíritu artístico. Dejar la 'performance' para ir a otra forma de hacer. 'Bestias' fue querer volver a la carpa con este nuevo universo plástico, de movimiento. Cada espectáculo es una reacción al anterior. Al terminar 'Bestias' teníamos clarísimo que queríamos hacer algo más ligero con Camille, de reencontrar la sala, de poder seguir avanzando. El hecho de no querer parar el trabajo de 'troupe' nos llevó al díptico, a 'Falaise'. Hacer dos trabajos paralelos en una sola investigación.

Baro d'evel - Teaser Diptyque Là, sur la falaise from Baro devel cirk on Vimeo.

¿Cómo es este acantilado?
El acantilado es el sentimiento de vacío antes de avanzar hacia algo desconocido. En el terreno del circo es algo muy presente... Recuerdo cuando estaba en la escuela: te pueden enseñar muchas maneras de hacer un mortal, teóricamente, pero al final hay que dejarse ir hacia algo que desconoces. Es el vacío. Todo el mundo debe hacer un paso, desde el primer día del parvulario. Todo el mundo debe hacerlo para ir progresando. También nos gustaba la idea de pensar adónde está yendo el mundo, qué paso se debe hacer que no acabamos de encontrar. Si 'Là' puede ser una especie de Adán y Eva post apocalíptico, 'Falaise' nos la imaginamos más bien como una última o primera sociedad.

El circo está asociado al riesgo. ¿Jugáis con esto?
Hacemos lo que sabemos hacer. Ya no nos ponemos en riesgo como cuando éramos jóvenes. No nos gusta sufrir... Nosotros no tenemos la sensación de riesgo, pero puede que alguien que no viene de donde nosotros venimos, la tenga. A nosotros nos interesa la vibración, la emoción.

Pero sí apostáis por "el más difícil todavía".
Nos gusta jugar con todo esto. Y tener la sensación de que vamos progresando y que nos descubrimos. Tratamos de inventar la singularidad que somos nosotros en todo momento.

Teaser Bestias juin 2017 from Baro devel cirk on Vimeo.

¿Qué es para ti la emoción en escena?
Con Camille, lo que nos interesa son los intersticios, cómo pasamos de un punto A a un punto B, la transformación, cómo pasamos de estar aquí a allá. Esto es lo que puede emocionar, alguien que cambia de estado y los lleva todos dentro. Como en las películas, donde ves gente con la que te identificas. Y lo haces desde la complexidad, porque la vida da muchas vueltas. Estos puntos entre dos lugares es donde está la chicha, eso que no puedes llamar con una palabra concreta, porque es la magia, es el amor, la fragilidad... Cuando sientes el eco de tu infancia y a la vez piensas en algo muy actual. Tiene que ver con las raíces de los árboles.

¿Has roto los límites a nivel estético?
Esto tiene que ver con el circo. En la escuela no éramos los mejores. Lo tocábamos un poco todo y nos hemos forjado así.

¿Has aparcado el payaso?
Está muy arraigado a nuestro trabajo. La inspiración del payaso, que es el momento presente, el hecho de saber reaccionar, de ponerte a flor de piel, la utilizamos muchísimo como herramienta de trabajo. No tengo la sensación de haberlo abandonado, aunque en la forma final vamos hacia otros lugares. Y si la gente se ríe en nuestros espectáculos es porque intentamos no dar demasiada importancia a lo que hacemos. Reír y llorar te permiten tener los pies en el suelo.

¿Cómo trabajas los silencios, en escena?
A nivel rítmico. Las escenas piden un tiempo de depresión, de pausa, un tiempo donde puedas entender el espectáculo.

Los animales, ¿os ayudan?
La justeza que se busca mucho en el teatro, el ser y estar aquí y ahora, los animales lo tienen por sí mismos. Cuando estás con ellos, no puedes colgarte a una especie de mecánica que te lleve a repetir un espectáculo. Ellos lo mantienen vivo sí o sí, porque son así. Tienes que estar conectado con ellos. Incluso la relación que tenemos los humanos cuando hay animales, cambia: te debes ocupar de ellos. Cuando hay niños pasa lo mismo: todo el mundo debe adaptarse y moverse de su sitio.

Siempre estáis en escena, tú y Camille. ¿Cómo lo hacéis para montar los espectáculos?
Camille y yo vamos saliendo. Luego cuando viene la dramaturga, y Pep Ramis y María Muñoz, vamos haciendo. Nos perdemos mucho, dudamos mucho, hacemos y rehacemos. Aceptamos el error. Equivocarse es bueno. No es fácil crear...

Si bajamos al teatro, ¿sois más beckettianos que nada?
Beckett es un referente sin haberlo estudiado. El punto que tiene que ver con Beckett pasa por la fragilidad de la persona y la duda, el hecho de dar importancia al no saber. Es la forma en que enfocamos el teatro.

¿Cuándo os veremos dirigiendo una ópera? ¿Os veis como directores de escena?
Podría ser excitante. Son retos que vendrán después. De momento, los que tenemos ahora son tan potentes que no pensamos mucho en eso. 'Falaise' tiene un punto operístico importante. Sobre todo porque es de gran formato, para salas grandes, y eso no lo hemos hecho nunca. Poder pasar de una cosa a la otra nos mantiene vivos.

¿Os quedan terrenos para conquistar?
Hay muchas cosas que hacer, ¿no? Luego están las posibilidades que se nos presenten. Saber no hacer es otra de las cosas que deberíamos aprender a hacer en la vida.

¿Qué relación artística mantienes con tu padre, Tortell Poltrona?
Siempre hay una mirada buena, nos damos retornos de lo que hacemos. Esta obsesión de hacer me la enseñaron mis padres. La llevo de familia.

En 'Falaise' tienes a Oriol Pla, que también viene de familia circense.
Fue un hallazgo importante. Nos encontramos en Venecia, cuando Àlex Rigola dirigía la bienal de teatro. Hay una hermandad que viene de lejos. La educación que he tenido yo es muy cercana a la suya. Hay toda una serie de dinámicas donde conectamos mucho. Es más joven y más talentoso que yo.

¿Qué te dicen tus padres cuando ven tus espectáculos?
Él ve que estamos haciendo nuestro camino. Me habla de momentos que la han tocado... Hemos tenido muchas épocas. Cuando venía de la escuela, que hacía mucha danza, se quedaban asombrados. Después pasamos a hacer la calle. Desde que creamos Baró d'Evel que nos siguen. Mi madre me dice siempre que hemos sido muy valientes. Esto, para mí, es un piropo que nos ayuda a seguir creyendo en lo que hacemos.

Compra de entradas