Tata Mala reivindica la pureza como vía para sentirse vivo

Hace un año, cuando la banda barcelonesa Standstill se separó en el momento álgido de su carrera, el cantante Enric Montefusco ya daba vueltas a cómo explorar los lenguajes escénicos desde otras perspectivas. De aquella inquietud nació Tata Mala, un montaje multidisciplinar que supone más un cambio de marco o de tesitura que una ruptura con el trabajo de dos décadas como líder de uno de los grupos de hardcore de referencia. Tomando elementos de la cultura popular y con la reivindicación del teatro como ritual, Tata Mala bebe de creadores como Rodrigo García. Y es que, sin ir más lejos, la bailarina Sónia Gómez, que trabajó con La Carnicería Teatro, participa en este montaje que, del 8 al 10 de julio, programa el CCCB.

P. Qué desea explicar en su debut como director escénico?

R. He intentado sumergirme en mis referentes para crear un espectáculo que beba del lenguaje de la tradición popular y del teatro posdramático para proyectar una experiencia colectiva que parte de una historia autobiográfica de la dramaturga Diana Bandini. El título de Tata Mala hace referencia a cómo un niño llamaba a su hermana.

P. Se trata de una historia familiar?

R. Es un texto impactante que amplifica una historia familiar. En realidad es un retrato de la infancia y del conflicto en el que hay violencia; y aborda cómo los cambios obligan a la renuncia. Es también una reivindicación de la pureza como la única vía para sentirnos vivos ante lo que nos viene impuesto por la sociedad, la escuela, la televisión... Por tanto, tiene un trasfondo sociopolítico, en el que hay un juicio entre el Bien y el Mal que la obra cuestiona de raíz.

P. Qué papel juegan los Falcons de Barcelona?

R. En tanto que reivindico el teatro como ritual, aspecto que a menudo echo de menos en los espectáculos habituales de la cartelera, la presencia de las figuras y las acrobacias de los Falcons encajan como anillo al dedo en la idea de utilizar un lenguaje simbólico y universal. Intento rescatar un lenguaje que bebe del folclore, que tiene una riqueza singular y aporta un componente sugerente al proceso de creación.

P. A qué se refiere cuando habla de teatro posdramático?

R. A que toda la gente que entra y sale de escena no se identifica con los personajes sino que ejecutan acciones desde una perspectiva más simbólica. Me interesa, por ejemplo, la emoción no tanto desde la acrobacia sino desde el ritual. Que lo que mostramos se exprese desde el corazón.

P. De ahí la participación de la compañía de teatro-danza loscorderos.sc?

R. Exacto. Ellos tienen una concepción muy física del espacio. Son muy completos y tienen un innato sentido del humor que hace de contrapunto a este espectáculo bastante dramático.

P. Ha hablado del teatro como ritual. Existe un coro como en el teatro griego clásico?

R. La parte musical tiene un papel importante. He escrito las canciones en paralelo a la creación del espectáculo y éstas ejercen de coro griego porque conectan lo que sucede en el escenario para amplificarlo con el objetivo de que llegue a las vísceras de los espectadores.