La historia es bien conocida. Pero no por ello deja de ser menos impresionante. Seguro que sabes que Núria Espert es Medea, uno de esos personajes inacabables. El mito le ha marcado la vida y lo ha interpretado en seis ocasiones. La primera fue en el Teatre Grec, en 1954, durante los Festivales de España.

Ése fue uno de los hitos escénicos que alguien como tú, que nos sigues en este blog, no puede obviar. Y no porque Espert tuviera entonces 19 años, que también. Si no porque sustituyó a toda prisa a Elvira Noriega: ninguna otra actriz tuvo el coraje de relevarla y Espert se dejó la piel para hacer llegar al público a esta heroína de la tragedia de Eurípides que es capaz de cometer el más cruel de los asesinatos.

Espert retomó la relación con Medea y el Grec en 1981, esta vez con dirección de Lluís Pasqual y escenografía de Fabià Puigserver. Una década más tarde, en la Olimpiada Cultural, Mario Gas le pidió que dirigiera a la griega Irene Papas, otra actriz capaz de crear una Medea de campeonato.

La diva catalana todavía tuvo otra oportunidad, en 2001, esta vez subiéndose a las tablas, y bajo dirección de Michael Cacoyannis. Espert deseaba interpretar a Ifigènia, pero el director de Zorba, el griego la convenció para retomar al personaje inacabable subrayando un aspecto más feminista. Volverá Espert a ser Medea en el Grec? Tan solo ella lo sabe.