Ir al contenido principal
Barcelona cultura

Noticias

'White Bouncy Castle' o el espacio coreográfico sin intérpretes del Museu Nacional

Lun 03/06/2019 | 16:30 H

Seguro que habéis estado más de una vez en la Sala Oval del Palau Nacional de Montjuïc, sede del Museu Nacional d'Art de Catalunya. Pero os recomendamos que volváis a pasaros por allí entre el 11 y el 28 de julio y que interactuéis con la instalación de William Forsyte White Bouncy Castle, un espacio coreográfico donde los intérpretes... sois vosotros.

No, no hace falta que tengáis experiencia ni ninguna preparación especial, solo ganas de saltar un rato y experimentar el movimiento por vosotros mismos. Os pedirán que paguéis una entrada de 2 € y os darán acceso al gran salón donde está instalada la pieza. Es lo que se conoce como "objeto coreográfico", un tipo de creaciones que nos muestran otro aspecto de la personalidad artística del genial coreógrafo norteamericano William Forsythe, que entre otras cosas fue director artístico del Ballet de Frankfurt durante veinte años, antes de crear en Dresde su propia compañía, The Forsythe Company.

En 1997 imaginó un proyecto que hizo realidad junto con Dana Caspersen. Sí, es una especie de gran cubo hinchable de color blanco, de unos treinta metros de largo por once de altura, en forma de castillo y con una iluminación especial. Accederéis al mismo mientras suena una música compuesta por Joel Ryan.

¿Quién evolucionará al sonido de la música? Ningún bailarín ni bailarina, solo vosotros mismos y los otros espectadores/intérpretes que en aquel momento se encuentren dentro del castillo. Disfrutad de la desestabilización física que os proporcionará este recinto peculiar y entregaos al absurdo social que supone veros en esta situación... Veréis cómo experimentar el movimiento por uno mismo puede ser una situación adictiva.

Venid solos, con amigos o con los niños y cansaos de botar y rebotar... Esta es una propuesta tan divertida como ilustrativa abierta a todo aquel que la quiera vivir. ¿Se trata solo de un juego? Es mucho más que esto: es todo un ejemplo de fisicidad e interacción que nos habla, con mucho humor, sobre la coreografía de la vida diaria y, por lo tanto, sobre cómo el movimiento es más que una disciplina artística para ver sobre un escenario. Como cuenta el propio Fortsythe, White Bouncy Castle "altera las condiciones más diversas de organización física y espacial propias de la coreografía en una experiencia de autosuficiencia que ya no requiere de ninguna influencia orientadora". ¿Seguro que os lo queréis perder?

Comparte este contenido

Compra de entradas