El polo operará como un espacio de impulso del ecosistema y como un laboratorio de emprendimiento y de creación que conecta a los actores que integran este sector estratégico en Barcelona.

El nuevo equipamiento dispone de 3.400 metros cuadrados distribuidos en tres plantas. Los espacios se han diseñado para satisfacer las necesidades de las cuatro líneas estratégicas del proyecto: impulso al talento y la formación; emprendimiento y nuevos modelos de negocio; competitividad empresarial e innovación, y conexión con la comunidad.

El edificio donde se sitúa el BAC, de propiedad municipal y ubicado en la calle de la Ciutat d’Asunción, 16, es una antigua nave industrial rehabilitada siguiendo los principios de la economía circular que prima el uso de materiales seguros, saludables y reciclables o biodegradables. Entre otros, destaca el uso de luces elaboradas con plástico reciclado e impreso en 3D controladas por wifi, la instalación de placas fotovoltaicas para generar energía solar y sensores de presencia, un sistema de recogida de agua de la lluvia y de condensación de las máquinas de climatización y muebles fabricados a partir de materiales del antiguo edificio.

La transformación se ha basado en el diseño de Gerard Torrent y Marta Camañes, de 4RQ Arquitectura, y de Marta Badia, de Blossom, y del equipo de obra de ConstruNext.

Polos de actividad económica

Barcelona Circular es el segundo de los polos de actividad económica que se ponen en marcha para acelerar el crecimiento de sectores estratégicos de la ciudad, después del Barcelona XRLAB, dedicado a las industrias creativas. La iniciativa se enmarca en el plan Barcelona Impulsa, la hoja de ruta para la diversificación económica de la ciudad hasta el 2035. Tendrá continuidad con el polo de impulso a la economía de los cuidados en el envejecimiento, cuya primera fase de obras se empezó en septiembre, y la Barcelona Urban Innovation, que se encuentra en fase de conceptualización.