Can Calopa, un proyecto social y agroecológico

13/05/2021 11:19 h

Anna Sánchez

 

La masía de Can Calopa de Dalt, de titularidad pública y gestionada desde el 2010 por la cooperativa de inserción social L’Olivera, produce el vino Vinyes de Barcelona, con denominación de origen Cataluña, y apuesta por la inserción laboral de personas en situación de vulnerabilidad y por la sostenibilidad. En el marco de Barcelona, Capital de la Alimentación Sostenible 2021, L’Olivera – Can Calopa quiere impulsar varias actividades, proyectos y políticas que reivindican cambios profundos en el sector agroalimentario, el modelo de consumo y la gestión medioambiental. Con esta voluntad, han organizado el ciclo de Diálogos en la Era.

Can Calopa reproduce el proyecto social que L’Olivera inició en 1974 en Vallbona de les Monges, con un hogar residencia y un centro especial de trabajo (CET) que proporciona empleo a veinte jóvenes con discapacidad intelectual o en riesgo de exclusión social.

Estos jóvenes de entre 18 y 30 años forman parte de un itinerario formativo de tres a ocho años que les permite aprender todo el proceso productivo del vino (los trabajos en la viña, la elaboración y la comercialización), así como la gestión del espacio de la masía para que sea sostenible, o bien otras tareas de apoyo administrativo. El objetivo es que, a partir de la actividad laboral, junto con el apoyo formativo y la vida en un hogar social en un entorno agrícola y natural, lleguen a dominar las labores vitivinícolas para poder trabajar, en un futuro, en alguna empresa del sector o en otras actividades agrarias.

Aparte de la residencia, donde las personas jóvenes se integran en la primera fase del proceso de inserción laboral, L’Olivera también cuenta con tres pisos en alquiler en Molins de Rei gracias al Programa de apoyo a la autonomía en el hogar (PSALL). En cada uno de estos pisos conviven tres jóvenes, quienes, después del programa formativo en la masía, consiguen el grado de autonomía que les permite la plena inclusión. Estas personas trabajan en empresas externas o bien en la masía y con su salario contribuyen a pagar el alquiler y sus consumos. Además, algunas tardes a la semana, una persona de apoyo al hogar se desplaza a los pisos proporcionar acompañamiento en lo que haga falta, desde gestiones económicas hasta asuntos médicos. Como explica Dolors Llonch, coordinadora de Can Calopa, “encontrar trabajo se convierte en un gran problema” y, por eso, en Can Calopa están continuamente ampliando los horizontes del proyecto para poder garantizar al máximo la empleabilidad de estas personas.

Desde su inicio hace ya once años, cuarenta jóvenes han podido formar parte del proyecto de Can Calopa. De estas personas, el 65 % ha alcanzado la autonomía para la plena inclusión. El otro 35 % son jóvenes que por su autonomía han sido derivados a otro recurso más adecuado a sus capacidades o bien presentaban trastornos mentales y requerían un seguimiento profesional.

Un proyecto hecho de grandes personas: la experiencia de Ivan

Ivan Estévez es uno de los jóvenes que forma parte del proyecto de Can Calopa. Tiene 30 años y le gusta mucho leer, pasear, escuchar música, cuidar a su gato y estar con los amigos. Vive en uno de los pisos que L’Olivera alquila en Molins de Rei con otros dos chicos. Su trayectoria en L’Olivera empezó hace diez años. Ivan venía de una situación familiar grave y tiene una discapacidad física importante.

Cuando terminó el instituto, estudió un programa de cualificación profesional inicial de Administración en la escuela El Pont del Dragó durante tres años. Se enteró, gracias a la trabajadora social del centro donde estaba, de que L’Olivera aterrizaba en Barcelona y se decidió a probar suerte. Esto fue en enero del 2011, y desde entonces Ivan se desplaza cada día a Can Calopa, donde trabaja de 8.30 a 17.30 horas realizando tareas administrativas, desde atención telefónica y atención al público hasta contabilidad y archivo.

Cuando le preguntamos qué es lo que le gusta de Can Calopa nos responde: “Me gusta todo lo que hago, sobre todo poder atender a la gente y el buen rollo que hay entre los compañeros, siempre dispuestos a ayudarte si lo necesitas”.

Un proyecto vinícola que reivindica la agricultura periurbana

L’Olivera plantea una mirada moderna a la recuperación de la actividad agrícola ligada a las grandes ciudades, una actividad que ya se practicaba en la masía en el siglo XVI y que se terminó debido a la filoxera.

La masía está situada en el parque de Collserola (punto kilométrico 4,8 de la carretera BV-1468, de Molins de Rei a Vallvidrera), donde actualmente se cultivan, de forma sostenible, 2,5 hectáreas de viñas de uva negra (syrah, garnacha y sangiovese) que producen 3.500 botellas al año de Vinyes de Barcelona (syrah, garnacha) y de vino Negre Natural de Can Calopa (sangiovese).

Además, desde Can Calopa también se vinifica la producción de uva que sale de la viña del Parque Agrario de Sabadell, gestionada asimismo por la cooperativa y de donde sale el vino Arraona (blanco y tinto), con el que también se reivindica el pasado vitivinícola de la ciudad. Con esta elaboración, se amplía la producción a 10.000 botellas al año, de manera que también se ensancha el horizonte laboral de las personas jóvenes que forman parte del proyecto.

Para degustar esta exquisitez lo mejor es hacerlo en la propia masía, en la Vinoteca de Can Calopa, un espacio de degustación que conserva elementos tardogóticos.

Pero no solo se produce vino: también se procesa una pequeña producción de aceite de dos fincas familiares de Sant Feliu de Llobregat y Sant Just Desvern, con cerca de 300 olivos en total y una producción de 500 botellas de aceite (de 25 centilitros) de las variedades arbequina y becaruda.

Can Calopa ofrece a la ciudadanía otra propuesta de consumo responsable que pone a las personas en el centro y tiene la sostenibilidad como ley. Es un proyecto que forma parte de la economía social solidaria y fomenta el tejido económico local con una producción que respeta los derechos de las personas trabajadoras, preserva los equilibrios de los ecosistemas y reivindica la cultura de la tierra.

Ciclo de Diálogos en la Era de Can Calopa

Se trata de unas jornadas de debate que abordarán cuestiones que nos interpelan en los ámbitos social, económico, ecológico y climático, con el único objetivo de compartir ideas y reflexiones en torno a la sostenibilidad alimentaria.

El ciclo de Diálogos en la Era de Can Calopa plantea cuatro mesas redondas a lo largo de este 2021, en las que se invitará a personalidades relevantes de sectores tan diversos como el urbanismo y la arquitectura, el campesinado, la agroecología, la viticultura, el periodismo, el turismo y la política, para profundizar en cuestiones tan variadas como la agricultura y la ganadería en nuestro país, el patrimonio gastronómico, el despilfarro de alimentos, el modelo turístico, la preservación de la biodiversidad, la agricultura periurbana o las redes de consumo responsable.

L’Olivera – Can Calopa quiere que estas jornadas sean un paso más en la voluntad de convertirse en una voz activa y de referencia en Barcelona y su área metropolitana en los ámbitos de la agroecología, la viticultura, el compromiso social y el ocio etnoturístico, así como en la conservación y la divulgación del patrimonio medioambiental.

La primera de estas mesas, “Barcelona, ¿es posible la soberanía alimentaria?” abordará temas como el campesinado, el modelo productivo y el consumo responsable, y contará con la participación de Gustavo Duch, Emma Rojas y Clara Griera. Tendrá lugar el próximo 19 de mayo a las 18.30 horas en la masía de Can Calopa.

Consulta el programa de las jornadas aquí.