Ciutat Vella actualiza el Plan de usos para descongestionar y diversificar el comercio

Con el objetivo de equilibrar la oferta comercial, reforzar el tejido de barrio y favorecer la integración del vecindario local, se está terminando una nueva actualización del Plan de usos del distrito, que incorporará restricciones a las aperturas de nuevas oficinas de cambio y supermercados en áreas congestionadas.

27/05/2022 14:59 h

Ajuntament de Barcelona

Las modificaciones previstas afectan a la regulación de nuevas aperturas de establecimientos alimentarios de venta mayorista, que se equiparará a las condiciones que actualmente rigen el comercio minorista. El objetivo es resolver una de las disfunciones detectadas en la aplicación de la normativa actual, en la que en algunos casos se hacía venta de comercio minorista en establecimientos alimentarios de venta mayorista.

También se prevé revisar la apertura de supermercados de más de 400 metros cuadrados y se propondrá aplicarles las mismas condiciones de implantación que al resto de establecimientos alimentarios en régimen de superservicio (menos de 399 m2), que en las zonas más saturadas ya están restringidos para evitar su concentración.

Asimismo, se incluirán restricciones a la apertura de panaderías con obrador, ya que en los últimos años ha habido casos en los que se han utilizado licencias para abrir pizzerías o espacios de comida para llevar.

Paralelamente a todas estas modificaciones, el distrito prevé cambios para incentivar las actividades culturales y deportivas con el fin de impulsar el tejido de barrio y mantener un equilibrio sostenible entre las actividades económicas orientadas a los visitantes y los derechos del vecindario.

Se espera que la aprobación definitiva de las modificaciones del Plan de usos del distrito pueda hacerse en un plazo no superior a cuatro meses. De momento, se ha decretado la suspensión temporal de los epígrafes correspondientes a las actividades afectadas por las nuevas restricciones.

Un distrito pionero

Ciutat Vella fue un distrito pionero, ya que redactó el primer plan de usos de la ciudad, en el año 1992, y desde entonces se ha ido revisando para actualizarlo de acuerdo con las transformaciones y las nuevas realidades de la ciudad.

El Plan de usos actual, aprobado en el 2018, es el sexto que tiene Ciutat Vella y abarca todo el distrito menos La Rambla. Se elaboró con la voluntad de abordar la situación de saturación de la zona y dar respuesta a las necesidades actuales del vecindario para que no se sienta desplazado a causa del monocultivo de usos turísticos y la contaminación acústica derivada de la concentración de la oferta de ocio nocturno.

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