Nuevo pavimento hecho con residuos de plásticos no reutilizables y restos de tóner

Con la fabricación se han emitido 14 toneladas de CO2 menos que en el caso de un aglomerado tradicional. Este nuevo material tiene una resistencia superior a los pavimentos normales y presenta un comportamiento mejor ante el paso de los autobuses. Para hacerlo se han utilizado 3.717 kilogramos de plásticos que no se podían reciclar, el equivalente a 2.478 bolsas domésticas de basura llenas de plásticos.

24/11/2023 16:53 h

Ajuntament de Barcelona

La prueba piloto de pavimento asfáltico se ha instalado en la calle de Josep Soldevila, en Sant Andreu. Se trata de un material que incorpora restos de plásticos que no se pueden reciclar y que han acabado su vida útil, y otro tipo de residuo proveniente de la tinta de tóner de las impresoras.

El objetivo es mejorar la sostenibilidad del aglomerado de las calles de la ciudad, como ya se ha hecho con otras pruebas con residuos de plástico no reciclable en el paseo de la Verneda o la calle de Aragó. En este caso, es la primera vez que se incluye también el residuo proveniente de los tóneres.

Reducción de CO2 y mejora de la vida útil del pavimento

Con este nuevo pavimento, se evaluará la resistencia al tráfico y se contará la reducción de CO2 en su fabricación. Concretamente, se reduce en dos aspectos: en primer lugar, los residuos de plástico sustituyen el betún que forma parte de la mezcla que se utiliza para hacer el pavimento, de manera que el CO2 asociado a la fabricación disminuye. En segundo lugar, se evita el tratamiento de residuos que tendría que hacerse sobre estos plásticos y, por lo tanto, se consigue un ahorro de emisiones de gases de efecto invernadero.

También se espera que, gracias a las propiedades del residuo de tinta de tóner, se produzca una mejora en la vida útil de este pavimento. Este residuo ofrece un nuevo tratamiento anticarburante que evita la contaminación y los daños que generan los derrames de carburante en el pavimento. Asimismo, se prevé que retrase la aparición de roderas prematuras provocadas por el paso de autobuses, de manera que se reducen las necesidades de mantenimiento y las actuaciones a medio y largo plazo en estos pavimentos, con las consecuentes ventajas ambientales y económicas.