Como la escultura Himne, mite i paradís, de Ca l’Aranyó, todas las piezas artísticas que se colocan en el espacio público están sometidas a un determinado proceso. El Consejo Asesor de Arte Público atiende peticiones diversas, en general de los distritos o de particulares, las estudia y expone su criterio para validarlas o rechazarlas. La Carta de Barcelona, además, prevé que el 1 % del presupuesto de las urbanizaciones se destine a estas cuestiones.

Con respecto a la obra de Susana Solano, que ya luce en Ca l’Aranyó como parte del proyecto de reurbanización, fue una propuesta del arquitecto que llevaba a cabo el proyecto, Víctor Rahola. El 9 de julio de 2019, el Consejo Asesor de Arte Público solicitó al arquitecto un proyecto específico de escultura que detallara cómo se articularía el espacio, con el fin de valorarlo.

Fue entonces cuando, junto con la directora de Servicios de Proyectos y Obras del Instituto Municipal del Paisaje Urbano y la Calidad de Vida, presentaron la obra Himne, mite i paradís. El Consejo Asesor valoró positivamente la propuesta escultórica de Susana Solano.

Un obelisco moderno en el centro de Ca l’Aranyó

Dentro del espacio verde que forma el proyecto de reurbanización de Ca l’Aranyó hay una gran superficie central que lo organiza. Himne, mite i paradís se alza como un elemento de referencia, un obelisco moderno, según explicó Rahola. La escultura, que ya forma parte de la Colección de Arte Público municipal, tiene unas dimensiones de 440 × 420 × 219 cm, es semitransparente, cerrada y revestida de tejido metálico en acero inoxidable.

El coste de la escultura (69.510,04 euros) corresponde a una parte del presupuesto de la urbanización de Ca l’Aranyó.