La Encuesta a la juventud de Barcelona permite conocer las condiciones de vida y los hábitos de los y las jóvenes barceloneses de entre 15 y 34 años. Este año ha coincidido con la situación excepcional generada por la COVID-19, y eso ha permitido saber cómo ha afectado la pandemia a la población joven. Para radiografiar mejor la realidad social de la ciudad, la muestra ha incluido por primera vez a jóvenes que no están empadronados en Barcelona pero que hace más de seis meses que residen aquí.

Datos de la Encuesta a la juventud

La pandemia sorprendió a los estudiantes a mitad del curso académico. Con respecto a los jóvenes de 15 a 29 años, más del 80 % asegura que la COVID-19 afectó a su formación educativa. El 37 % indica que bajó su rendimiento y un 4 % ha tenido que dejar los estudios, mientras que un 14,5 % afirma que ha mejorado en este ámbito.

Con respecto al impacto en el ámbito laboral, la tasa de paro entre la juventud de la ciudad se ha intensificado y, al mismo tiempo, se han amplificado las desigualdades de la población joven según el país de nacimiento, con un 17,4 % de paro entre los nacidos en el extranjero y un 9,6 % entre los nacidos en el Estado español. También se han detectado más desigualdades en los jóvenes de los barrios con rentas más bajas, que tienen una tasa de paro del 19,5 %, mientras que en los barrios de rentas más altas la tasa es de un 6,3 %.

El 49 % de los jóvenes indican que la situación económica de su casa ha empeorado durante los primeros meses de la crisis. Esta afectación se ha visto agravada en los barrios con rentas más bajas y en el 52 % de los jóvenes emancipados. Además, el 24 % de la población joven indica que ha tenido más dificultades para pagar los gastos relacionados con el hogar, y casi un 6 % no ha podido hacer frente a algún pago del piso.

Con respecto al impacto psicológico de la pandemia, el 52 % de los jóvenes entrevistados declaran que la situación derivada de la COVID-19 y el confinamiento les ha afectado psicológicamente, en especial las mujeres jóvenes, un 57 %, frente al 47 % de los hombres.

Los servicios municipales para jóvenes no se detienen

Los servicios para jóvenes se han adaptado desde el primer momento de la pandemia y han habilitado nuevos canales telemáticos para mantener la atención, el acompañamiento y el apoyo emocional.

Durante el estado de alarma se produjeron más de 30.000 interacciones con los servicios del Área de Juventud mediante atenciones telemáticas, materiales informativos de autoconsulta y sesiones en línea.

El Servicio para Adolescentes y Familias (SAIF) se consolidó como un servicio para dar respuesta emocional ante la COVID-19. Durante los próximos meses se reforzará el servicio con la apertura de un décimo punto “Aquí te escuchamos” y con un incremento de las horas de atención psicológica individual, que pasarán de 72 a 160 horas semanales.

La asesoría académica y la laboral fueron las dos más solicitadas por la juventud en el servicio infoJOVE. Por eso, se habilitaron dos líneas de teléfono de contacto directo, que continúan operativas, y se ha puesto en marcha el programa Plan B, para atender a los jóvenes que necesitan orientación laboral y educativa.