Los Premios Barcelona Restauración tienen como objetivo reconocer y promocionar las iniciativas de los restaurantes de barrio y establecimientos de proximidad de la ciudad, y destacar la contribución a una gastronomía de calidad, arraigada y sostenible que forma parte de la identidad de Barcelona.

Este año los galardonados han sido los siguientes:

• Premio a la calidad gastronómica: Restaurante Bellafila (Ciutat Vella). Se ha reconocido la cocina con personalidad y discurso propio, de alta calidad y fiel al producto de proximidad y estrictamente de temporada. Con una trayectoria consolidada, es un referente de cocina elaborada, saludable y con alma.
• Premio a la integración en el barrio: La Esquinica (Nou Barris). Durante más de 50 años, La Esquinica se ha convertido en mucho más que un bar de tapas, en un espacio de encuentro y convivencia que ha crecido con el barrio y con su gente. Un símbolo de acogida y punto de conexión entre vecinos y generaciones.
  Premio a la sostenibilidad: Restaurant Xavier Pellicer (L’Eixample). Por ser un referente en sostenibilidad y producto ecológico y de proximidad. Una propuesta que combina transformación, investigación, compromiso y calidad gastronómica con una clara vocación de servicio consciente y saludable.
• Premio al servicio de sala: Flash Flash (Sarrià-Sant Gervasi). El galardón que valora la organización, la coordinación y la excelencia en la atención al cliente, ha sido para un establecimiento que hace más de 55 años que cuida cada detalle y mantiene vivo el espíritu de uno de los restaurantes más emblemáticos de la ciudad.
• Premio a la restauración de los mercados de Barcelona: El Racó del Mercat (Mercado de Provençals – Sant Martí). Conocido por sus desayunos de tenedor y por el uso del producto fresco y de temporada, es un referente gastronómico en el barrio. Un gran ejemplo de restaurante de mercado y punto de encuentro para vecinos y visitantes.

Además, ha habido dos reconocimientos especiales, a Los Caracoles (Ciutat Vella), el segundo restaurante más antiguo de Barcelona, con 190 años de historia. Fundado por la familia Bofarull, que ya suma cinco generaciones al frente, sigue ofreciendo una cocina catalana tradicional de renombre mundial desde el corazón del barrio Gòtic, y al fundador del Botafumeiro, Moncho Neira (Gràcia), por su trayectoria icónica y el legado imborrable que ha dejado en la gastronomía barcelonesa.