La lechuza es una especie rapaz protegida y amenazada que había estado presente en la montaña de Montjuïc y, en las últimas décadas, ha disminuido su población de forma notable en todo el territorio.

El proyecto de reintroducción de esta especie tiene como objetivo fortalecer la biodiversidad de la ciudad en el marco del plan Natura Barcelona y el Pla Clima, que fijan como objetivo conservar la biodiversidad a partir de soluciones basadas en la naturaleza y en el conocimiento científico. Específicamente, la lechuza contribuirá al control natural de las poblaciones de roedores.

Las liberaciones se llevan a cabo en el Castillo de Montjuïc, una fortificación del siglo XVIII con multitud de espacios abiertos y rincones donde el animal puede esconderse durante el día y cazar roedores durante la noche. En torno al castillo, hay más espacios que se convierten en hábitats idóneos, por ejemplo, el Jardín Botánico, los jardines de Mossèn Cinto Verdaguer, los jardines de Joan Brossa o el Viver de Tres Pins.

El proyecto incluye el seguimiento científico mediante la monitorización con cámaras de infrarrojos y la instalación, en dos lechuzas, de dispositivos GPS para conocer los movimientos una vez vuelen libremente. También se está valorando llevar a cabo actividades de sensibilización dirigidas a la ciudadanía.

La iniciativa es una colaboración del Instituto Municipal de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Catalunya y Galanthus con la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) y la Fundación Anticimex.