LALIRIO Fuentesal Arenillas
LALIRIO de Fuentesal Arenillas, comisariada por Claudia Elies, es una exposición que se articula alrededor de una acumulación de piezas textiles, dispuestas entre pilares y cristaleras como una gran columna vertebral. El trabajo que realizan las artistas se ha ido filtrando durante todos estos años formando modos de entender la práctica escultórica como un aprendizaje colectivo adaptado a una pérdida constante de la forma.
La exposición se divide en dos niveles: en la planta baja se despliega Carrusel, y en la primera planta encontramos Imaginaria y Caracolas. En las tres instalaciones hay un hacer elástico que vuelve una y otra vez a ese pequeño teatro de derivas donde se cruzan los cuellos con las cinturas y los puños con los pies, manteniendo el movimiento del que está al lado y posando las manos en vuelo sobre los materiales que les han llevado continuamente a la acción y al suceso. Una construcción en la que no siempre hay una historia clara, sino narrativas y relatos que se entrelazan, que se entrecruzan, que se repiten mientras las formas se estiran, reposan y desaparecen.
Carrusel es una correspondencia entre Fuentesal Arenillas y la artista Itziar Okariz, una relación epistolar entre Cádiz, Madrid y Nueva York que se materializa en una multitud de prendas-carta. Las piezas responden al deseo de acercar sus prácticas artísticas, de querer buscar a través de ellas nuevas estructuras, de encontrar otras maneras de hablarse desde lo físico. Itziar Okariz ha explorado distintos modos de llevar a la acción estos materiales, produciendo al mismo tiempo un archivo de vídeo con todos esos ejercicios, realizados sola, en compañía de su hija Izar o de sus alumnes. Las conversaciones entre ambos son ejercicios de proximidad, para acercarse, para encontrar un lugar común; pero también una amistad, una semilla que trajo un pájaro, un vals en la ría, una acumulación de gestos o un cambio de eje para hacer el pino con una falda. Un vestuario para todas que busca en —y a través de— nuevas estructuras en las que aparecen intereses comunes y que dan cuerpo a la instalación.
Imaginaria está construida a partir de la acumulación de huellas que se repiten y se amontonan para generar una nueva disposición material. Fuentesal Arenillas guardan, recortan, transportan todos aquellos recuerdos del transcurso de años compartidos, quedando adheridos sobre estos tableros de táblex que han sido los suelos de sus talleres, produciendo un archivo de formas incontroladas. Un palimpsesto intervenido por la naturaleza sin control, con un camino hacia nuevas lecturas adquiridas a partir de más de setenta bastidores que dan forma a la obra. Cada una de ellas documenta maneras concretas de presencias y acciones de quienes estuvieron allí. Para esta ocasión, han invitado a que se incorpore una nueva mirada y lectura por parte del artista LUCE, que contribuye a ensanchar esas capas de memoria. Un trabajo de rastreo que comunica, une y da relato a otras maneras de intimidad haciendo de lo cotidiano un escenario compartido.
Partiendo de los mismos patrones y cortes que las prendas-carta que componen Carrusel, se configura una serie de nuevas variaciones: Caracolas. Producidas ex profeso para la exposición LALIRIO, las artistas manifiestan una dinámica de múltiples transformaciones y desequilibrios en la que no existe una posición final. Articuladas en el espacio, se encuentran en un estado de reposo, se acompañan unas a otras con diferentes cargas y tensiones. Estas piezas sugieren otras formas de espera, otros huecos y otros modos de percibir nuevos movimientos. Gestos que remiten tanto a la palabra como al volumen que da de sí con su uso y que, con el paso del tiempo, facilita la postura, el estiramiento o su carácter, consiguiendo entrar y salir de su cobertura, deslizándose por el lleno y el vacío de la superficie que cae por su propio peso.
La exposición acontece de la misma manera que lo hacen las flores de un lirio de mar, que emergen cada día y se acumulan junto a otras creando un nuevo orden. Las piezas presentadas son capaces de cambiar sin perder la forma original, de convertirse en otra cosa sin dejar de ser lo que son.
Fuentesal Arenillas (Huelva, 1986 – Cádiz, 1989) exploran la relación y los estados como punto de partida, el trabajo desde la figura doble, el devenir de su propia praxis o la práctica de la escultura tras el juego del que proviene, configurándose a partir de las posibilidades metafóricas de los materiales. Sus implicaciones alegóricas y lingüísticas se insertan —se instalan— en otros circuitos de producción material y cultural —popular—. Entre sus últimas exposiciones individuales se encuentran Carrusel, en Condeduque (Madrid); La danza mudanza, en Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (Sevilla); Cubierta brillante Margen delgado, en Sala de Arte Joven (Madrid); Casapuerta, en la galería Luis Adelantado (Valencia); o Un collar de ventanas, en Centro Párraga (Murcia). Recientemente han expuesto, de manera colectiva, en CHÃO, Centro Internacional das Artes José de Guimarães (Portugal); Lo que pesa una cabeza, en el museo TEA (Tenerife); Processi 150, en la Academia de España en Roma; Una historia reciente II, en Fundación Juan March (Palma); La vista y el tacto [ca. 1929-30], en Centro Federico García Lorca (Granada); Dialectos, en CA2M Madrid; o Turno de Réplica, en Museo Patio Herreriano (Valladolid). Han recibido diferentes premios, becas y residencias, entre los que destacan el premio a la producción de la Fundación ”la Caixa” 2024; el Premio ARCO 2024 Comunidad de Madrid; el de la Academia de España en Roma 2022-2023; el Generaciones 2023, de La Casa Encendida; la residencia Fundación María José Jove; los VI Premios ARCO Cervezas Alhambra; la XXV edición de los VEGAP; y el Matadero Crea, entre otros.