En un futuro incierto pero posible, un hombre cumple 50 años en la más estricta soledad. En este cumpleaños tendrá que demostrar que ha logrado ciertos requerimientos personales, profesionales e ideológicos que la sociedad exige si quiere continuar viviendo. Una llamada inesperada lo pondrá de cara a su pasado, pleno de sombras y de deseos enterrados: su antigua lucha por un mundo mejor, abandonada hace mucho, devuelve ahora cosificada y con firmes intenciones de no dejarlo marchar. Cuando empieza a inventariar aquello vivido y en peligro de muerte, recupera sus antiguos objetivos de lucha y, en un último intento para recuperarlos, se aboca a una fértil locura revolucionaria.

Una obra que reflexiona sobre el envejecimiento en una sociedad que venera la juventud, una alegoría a partir de una premisa cruel: "Y si al hacer cierta edad tuviéramos que demostrar haber logrado ciertos objetivos para que el sistema nos permitiera seguir viviendo?" Echando de este hilo, el pasado, los sueños no cumplidos, la renuncia a un mundo mejor, la soledad agobiante, la nostalgia del amor, el miedo a la caducidad toman una importancia capital.

La acción se sitúa en un mundo distópico que evoca el 1984 de George Orwell, cosa que permite llevar al extremo y jugar con el autoritarismo, la censura, el control social, las revueltas populares, o el derecho a protesta, que, por otro lado, son al orden del día

La escritura a cuatro manso suma en este caso el bagaje de un actor con más de veinte años de experiencia y el de una narradora con unos treinta libros publicados. A partir de una idea original de Jordi Cadellans, Muriel Villanueva ha podido aportar su mirada literaria; la creación ha fluido después coordinando la pericia de la escritora con la destreza de la prosa de quien, además, sabría llevarlo al escenario.

Idioma: Catalán

Duración: 75 min.