Slow Light es una instalación lumínica que invita al público a descubrir la luz mediante el juego y, al mismo tiempo, quiere ser un acto de conciencia de la actual crisis energética a la que nos enfrentamos. El reto del proyecto del IED es ser sostenible respecto al consumo (funciona sin electricidad) y proponer una experiencia atractiva a partir de una filosofía de vida silenciosa, discreta, ética y honesta: en definitiva, slow. Las personas visitantes interactúan y participan en este concepto a través de sus terminales móviles. Con el flash darán vida a los elementos del mobiliario urbano repartidos en varios módulos dentro del patio para generar distintos tipos de efectos luminosos. Y podrán divertirse y tomar conciencia de que cualquiera puede formar parte de un cambio inexorable. También es un sencillo gesto para demostrar que con una tecnología que tenemos integrada puede transformarse nuestro entorno más cotidiano.

ALUMNADO: Alain Blandon Gaba, Charlotte Paez, Hadil Hassan, Helena Langlois, Lia Ferreiro, Lucienne de Waal y Rodrigo Triana

TUTORES/AS: Joan Recasens, Raffaella Perrone i Mery Glez. Coordinación: David López i Simona Cannonito