El camino de la ciudad hacia la accesibilidad universal
- Datos abiertos
- Abr 25
- 3 mins
Oriol Pàmies, textos / Carles Javierre Kohan, infografies
La accesibilidad universal se entiende como el conjunto de características que permiten que un entorno, bien, servicio o medio pueda ser utilizado por el máximo número de personas en condiciones de confort, seguridad e igualdad. Barcelona quiere eliminar barreras para beneficiar al 9,5% de la población que tiene alguna discapacidad reconocida, pero también a las personas mayores (un segmento creciente), a las que se desplazan con cochecito infantil o carro de la compra y, por extensión, a todo el conjunto de la ciudadanía.


Situación de los equipamientos
Ponderación de varios parámetros de entorno, acceso, itinerarios interiores, señalización, mobiliario, comunicación, servicios higiénicos, etc.

Prioridad para el peatón
Parte de la trama viaria de una decena de barrios de los distritos de Sarrià – Sant Gervasi, Gràcia, Horta-Guinardó y Nou Barris incluye grandes desniveles. Los pendientes y escalones pueden ser obstáculos insalvables para las personas que se desplazan a pie por estos barrios más empinados. Por eso son muy apreciados los transportes verticales dispuestos en la vía pública, como las escaleras mecánicas (más de 22 millones de usos anuales) y los ascensores (7 millones). El Ayuntamiento prevé poner en servicio este año cuatro escaleras y un ascensor adicionales. Otra acción destacada e innovadora en materia de accesibilidad es la retirada de postes que sostienen líneas eléctricas. Forma parte de las actuaciones del Pla Endreça, que prevé invertir, en el periodo 2024-2027, 10,5 millones de euros en 56 ámbitos diferentes para enterrar líneas eléctricas y dejar las aceras libres de obstáculos.

Ocio inclusivo
Cada vez hay más espacios de ocio que tienen en cuenta a las personas con necesidades especiales. Una veintena de parques, entre ellos el Park Güell, disponen de recorridos adaptados, y todas las playas del término municipal son aptas para usos recreativos y deportivos al aire libre, sin distinción de capacidades.




Transporte sin barreras
La supresión de barreras en el transporte colectivo metropolitano ha comportado un esfuerzo ingente que no se detiene. Tras la generalización de los ascensores en las estaciones (quedan pocas sin reformar) y las rampas en los autobuses, toca resolver la accesibilidad comunicativa y cognitiva, en línea con lo que establece el Código de accesibilidad de Cataluña de 2023.


Paso a las sillas de ruedas
Dos terceras partes de las más de 830.000 viviendas censadas en Barcelona cuentan con ascensor comunitario, si bien en el detalle por territorios afloran desigualdades desgarradoras. Además, una silla de ruedas puede entrar o no según el tamaño del elevador, el ancho de la puerta, la posición de los botones, el espacio de maniobra en el vestíbulo y en los rellanos, si hay escalones antes o después… Por ello, la proporción de viviendas no accesibles sube por encima del 60% en todo el término municipal, y por encima del 80% en Ciutat Vella, Gràcia y Horta-Guinardó. La línea de subvenciones del Consorcio de la Vivienda de Barcelona trata de revertirlo.

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