Las tecnologías digitales, el nuevo motor económico de Barcelona

Barcelona Metròpolis 124 - Un futur incert

Desde que en julio se confirmó como sede permanente del Mobile World Congress, Barcelona acentúa su atractivo como polo de desarrollo del sector tecnológico, atrae encuentros y congresos internacionales, aumenta su visibilidad en todas partes, potencia las empresas tecnológicas locales y beneficia a los sectores económicos del entorno. Una estrategia definida por la Fundación Mobile World Capital Barcelona (FMWCB) —entidad público-privada— que se basa en cuatro líneas de futuro: transferir tecnología entre el mundo académico y las incipientes empresas de base tecnológica, estimular la creación en Barcelona de empleo vinculado a las TIC, repensar el papel de la tecnología en la sociedad y hacer de la capital catalana un referente del humanismo tecnológico, y rastrear el despliegue de la tecnología 5G.

El pasado mes de junio nos despertábamos con la noticia de que la GSMA, la patronal mundial de la industria de las telecomunicaciones, había acordado en la reunión de su consejo en Kuala Lumpur ampliar otros seis años la celebración en Barcelona del Mobile World Congress (MWC), en ese momento comprometida hasta 2024. De esta forma, uno de los encuentros anuales más importantes del sector tecnológico a escala mundial se quedará hasta 2030 en la capital catalana desde que desembarcó en 2006 —cuando la gran novedad era el nacimiento de la telefonía 3G—, procedente una Cannes que se le había quedado pequeña.

Esta nueva extensión del contrato con Fira de Barcelona es, naturalmente, muy positiva para la institución ferial, que tiene en las ediciones del MWC su principal fuente de ingresos, hasta el punto de que justificó la construcción del recinto Gran Via en L'Hospitalet de Llobregat para acoger este y otros eventos de gran envergadura que ya no cabían en el recinto de Montjuïc. También lo es para los sectores económicos locales (la hotelería, la restauración, el taxi, el ocio nocturno, los servicios auxiliares de construcción de estands y atención a los visitantes) que se benefician cada año de la presencia, a finales de febrero, de decenas de miles de congresistas de alto poder adquisitivo: la edición de 2019, la última antes de la pandemia de la covid-19, registró un récord de 109.000 participantes.

Asimismo, en un ámbito más intangible, Barcelona saca provecho en términos de visibilidad internacional: no es casual que, desde que el MWC se celebra aquí, la ciudad haya acogido encuentros europeos y mundiales de numerosas compañías del sector tecnológico, con participación de directivos, clientes, canales de distribución, socios, desarrolladores y medios de comunicación especializados. Aquí se han hecho, entre otras muchas, las convenciones HP Discover, Microsoft TechEd, Gartner IT Symposium/Xpo, Cisco Live, Citrix Synergy y VMware VMworld. Y esto no incluye otros congresos vinculados a la tecnología que mencionaremos más adelante.

Ahora bien, el impacto tecnológico del MWC sobre la ciudad y su área de influencia va más allá de los días de celebración del congreso, gracias a que la GSMA también designó Barcelona en 2011 como Mobile World Capital (se suele traducir como capital mundial de los móviles, pero yo prefiero interpretarlo como capital del mundo móvil, que tiene unas implicaciones más amplias). Esta condición de la ciudad la administra la fundación público-privada Mobile World Capital Barcelona (FMWCB), constituida en 2012, presidida por la alcaldesa de la ciudad y donde, además de la GSMA, participan a partes iguales el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Catalunya y el Gobierno de España.

Observatorio Nacional 5G

La FMWCB desarrolla sus actividades a través de cuatro programas temáticos: The Collider, que promueve la transferencia de tecnología entre el mundo académico y las empresas incipientes de base tecnológica (las llamadas start-ups, uno de los palabros ingleses de uso más habitual en este ámbito), con especial atención a los nuevos materiales y la búsqueda de base; Digital Talent, que estimula la creación en Barcelona de puestos de trabajo vinculados a las TIC, y, por tanto, de alta cualificación; Digital Future Society, un laboratorio de ideas (think tank, otro palabro) y reflexión sobre el papel de la tecnología en nuestra sociedad hiperconectada, que aspira a situar Barcelona como referente mundial del llamado “humanismo tecnológico”, con estudios como el que ha presentado hace pocos días sobre el riesgo de exclusión digital en las áreas urbanas, y, finalmente, Conectividad inteligente, el programa donde la relación con la tecnología es más evidente. Por encargo de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, gestiona la iniciativa Observatorio Nacional 5G, que rastrea los despliegues de la quinta generación (5G) de telecomunicaciones móviles a escala global y elabora informes que sirven de base para las normativas estatales sobre el tema.

© BSC / Ajuntament de Barcelona La nueva sede del Barcelona Supercomputing Center es un edificio de 12.000 metros cuadrados, con cuatro plantas de oficinas, y alojará el superordenador MareNostrum 5. © BSC / Ayuntamiento de Barcelona

Igualmente, mediante la iniciativa 5G Barcelona, promueve la realización de pruebas piloto de 5G con la participación de operadoras de telefonía, sus proveedores de equipamiento, centros tecnológicos y diversas empresas y entidades, muchas de ellas, locales. Así, diversos lugares de Cataluña, especialmente Barcelona y cercanías, son o han sido escenarios de casos prácticos de aplicación de la 5G en la automoción, la industria, la energía, la sanidad, la seguridad, el mundo rural y el entretenimiento. Estas aplicaciones van desde la sensorización de una finca de cultivo de nectarinas en Albatàrrec (Lleida) hasta la creación en el centro técnico de Applus IDIADA en Santa Oliva (Tarragona) de la principal instalación de Europa para probar coches conectados, pasando por el control mediante la visión por computador de la aproximación de los barcos a la dársena del Puerto de Barcelona y la prevención de colisiones entre los vehículos que circulan por el recinto de Mercabarna.

También se ha comprobado la viabilidad de intervenciones quirúrgicas guiadas a distancia por 5G, una ambulancia del Servicio de Emergencias Médicas que permite a los sanitarios recibir de los especialistas indicaciones detalladas de tratamiento ya antes de llegar al hospital, un servicio de acompañamiento a distancia de personas mayores que viven solas, una experiencia de realidad virtual en la que los turistas disponen de información complementaria sobre los edificios singulares y los comercios del paseo de Gràcia y el visionado en directo de imágenes en 360 grados desde el escenario de algunos conciertos en el festival Cruïlla.

Para hacer posibles estas pruebas, las operadoras de telefonía han desplegado redes 5G específicas que, en muchos casos y una vez terminado el proyecto, han quedado instaladas definitivamente a disposición de los ciudadanos. Un ejemplo de ello es el tramo de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) entre las estaciones de plaza Espanya y Europa-Fira que acoge el 5G Railway Lab, una de las primeras instalaciones ferroviarias del mundo con cobertura 5G, que proporciona soporte a las aplicaciones de telemetría de FGC, pero también conectividad a los viajeros que dispongan de un teléfono compatible.

500 kilómetros de fibra óptica

Estas infraestructuras tecnológicas creadas para la ocasión se suman a las existentes y a las que se van desplegando. Barcelona y su área metropolitana disponen de redes de fibra óptica y telefonía móvil con excelentes niveles de capilaridad y cobertura, gracias a la instalación de small cells, o antenas de corto alcance, en algunos elementos del mobiliario urbano, como los semáforos del paseo de Gràcia.

Además de las redes de los operadores privados, en las calles de Barcelona existen más de 500 kilómetros de fibra óptica de propiedad y gestión municipal, además de diversas infraestructuras complementarias, basadas en módulos de conexión mediante las redes de telefonía móvil. La red corporativa del Ayuntamiento cuenta con una infraestructura de banda ancha redundante, con enlaces mayoritariamente de un gigabit por segundo (Gbps), que da servicio a todas las unidades municipales. Los ciudadanos disponen de la red inalámbrica Barcelona WiFi, pública y gratuita, con miles de puntos de acceso al interior de dependencias municipales, parques y jardines, estaciones de metro y autobuses de TMB.

Hay desplegada una red de sensores urbanos vinculados a la plataforma Sentilo de código abierto, que el Ayuntamiento creó para recabar, explotar y difundir la información generada por los sensores y actuadores repartidos por la ciudad. Con ella ya se llevan a cabo, entre otras acciones, la monitorización energética de edificios municipales, la recopilación de datos de los niveles de contaminación acústica y las actividades de laboratorio urbano. Al tratarse de software libre, cualquier ciudad puede adoptarla para interconectar sus propios dispositivos y reducir sustancialmente el coste de implantación de infraestructuras de ciudad inteligente, y así lo están haciendo ya varios municipios del territorio, empezando por Terrassa y Reus. Las empresas también pueden mejorar la plataforma, proporcionar soporte o desarrollar negocios a partir de Sentilo. Barcelona es también uno de los entornos urbanos de referencia para las plataformas de ciudades inteligentes (smart city) de la multinacional Cisco, que instaló sensores urbanos (en farolas y contenedores de basura) en el barrio de la Ribera y tiene en la antigua fábrica textil de Ca l'Alier uno de los centros mundiales de innovación en este ámbito, que explota en solitario tras retirarse Schneider Electric del proyecto inicial.

Sin dejar el ámbito de las infraestructuras de red, la conectividad de Barcelona con el resto de Cataluña está asegurada por Xarxa Oberta de la Generalitat, que enlaza con fibra óptica todas las capitales de comarca y numerosos municipios, tanto para dar servicio a dependencias oficiales, escuelas y ambulatorios como para promover la creación de operadores comerciales de telecomunicaciones de ámbito local. Actualmente, Xarxa Oberta está explotada por Cellnex. La Generalitat también explota la Anella Científica, que enlaza con fibra óptica los principales centros de investigación del país.

Cables submarinos internacionales

En materia de conectividad internacional, en la costa de Barcelona aterrizan hasta ahora dos cables submarinos internacionales, que pronto se verán ampliados con la llegada a la nueva estación de aterrizaje en Sant Adrià del Besòs del cable 2Africa promovido por Meta Platforms (antes, Facebook), que, partiendo del sur de Inglaterra, cruza el Mediterráneo después de rodear todo el continente africano. Esta buena ubicación de Barcelona la convierte en estratégica para las instalaciones de procesamiento de datos. Lleva unos meses funcionando en la capital el segundo centro de intercambio de tráfico de datos de la firma DE-CIX en el Estado, y si bien los gigantes estadounidenses de la nube de internet han preferido instalar sus grandes centros de datos en otros puntos (Google, Microsoft, IBM y Oracle, en Madrid; Meta, en Toledo, y Amazon Web Services, en Huesca), otras empresas digitales menos populares, pero de peso similar en la red, como Interxion y EdgeConnect, tienen en marcha la instalación en Cataluña de grandes centros de datos que aprovechen la disponibilidad de enlaces internacionales rápidos, de gran capacidad y baja latencia.

Otro tipo de infraestructuras en las que Barcelona destaca son las de tipo científico y las dedicadas a la investigación. Entre ellas, el Centro de Visión por Computador de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que trabaja aplicando la inteligencia artificial al reconocimiento de imágenes; el Instituto de Ciencias Fotónicas, esencial en los nuevos modelos computacionales; la Fundació i2CAT, que ya trabaja en la 6G; el Sincrotrón Alba, y la joya de la corona, el Centro Nacional de Supercomputación en el campus de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), que opera el supercomputador MareNostrum 4 sobre todo en la resolución de modelos climáticos y problemas biomédicos. Además, ya se está construyendo el MareNostrum 5 (MN5), que se incorporará a la red EuroHPC, y, con una potencia de 314 trillones de operaciones por segundo, se encontrará entre los más poderosos del mundo. Además de ampliar la capacidad de su predecesor, el MN5 también se dedicará al diseño de chips de supercomputación, con la participación de 300 investigadores aportados por la firma estadounidense Intel.

Complementariamente, encontramos una red de centros tecnológicos que aportan conocimiento y capacidades de desarrollo a las pymes del país. Es el caso de Eurecat, que aplica el análisis de los datos masivos en ámbitos tan diversos como el turismo, la producción alimentaria y el tratamiento de aguas residuales (y cada año convoca en Barcelona un congreso para difundir los avances en esta disciplina), pero también el de Leitat, que gestiona el centro Dfactory 

L.4.0 de robótica e impresión 3D promovido por el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona en los terrenos de la antigua fábrica de Seat. La fabricación aditiva, denominación formal de la impresión 3D, ya cuenta con cierta tradición en Cataluña: la firma estadounidense HP tiene en Sant Cugat el centro mundial de excelencia en este tipo de maquinaria industrial, que revoluciona el tipo de componentes que pueden llegar a diseñarse.

HP es una de las primeras multinacionales TIC que se instalaron aquí (inicialmente, para fabricar impresoras ofimáticas de inyección) y se ha quedado atraída por la disponibilidad de personal cualificado. Pero no es la única. También tienen sede en Barcelona —en su mayoría en el distrito 22@, nacido hace 20 años— otras compañías tecnológicas como T-Systems, Vodafone, Alstom Wind, Mediapro, RTVE, Telefónica I+D, Indra y Dolby Labs. Esta última, partiendo de un polo de innovación en audio surgido en torno al Music Technology Group de la UPF: el sistema de sonido inmersivo Dolby Atmos, que equipa salas de cine y equipos audiovisuales de consumo en todo el mundo, fue creado en Barcelona. Este segmento tenía hasta ahora como punto de encuentro local el congreso Sónar+D dentro del festival musical Sónar, y actualmente también cuenta con la principal feria internacional del ramo, Integrated Systems Europe (ISE), que desde este año tiene lugar en el recinto de la Fira pocas semanas antes del MWC.

Centros mundiales de operaciones digitales

En los últimos años, particularmente a partir de 2016, una gran cantidad de empresas de diversos sectores no tecnológicos han instalado en el área de Barcelona sus centros mundiales (en este caso, el palabro es hubs) de operaciones digitales. Algunos ejemplos son Nestlé, Lidl, Roche, Siemens, Axa, Zurich, Allianz, Amazon, Microsoft, Apple y Meta, que filtra desde aquí el contenido nocivo de sus redes sociales. Por otro lado, Visa, Samsung, Global Payments, Arval y CaixaBank comparten en Barcelona un centro de innovación en medios de pago que desarrolla aplicaciones como el pago en comercios mediante reconocimiento facial.

En paralelo al desembarque de multinacionales, Barcelona es una de las capitales europeas líderes en creación de empresas incipientes de base tecnológica, un ecosistema vertebrado principalmente en torno a la asociación Tech Barcelona, que representa a más de 1.200 compañías (entre emergentes y ya establecidas), muchas de ellas acogidas en los dos centros generalistas ya consolidados, el Pier 01 (de 11.000 m2) y el Pier 03 (de 3.000 m2) y otros que irán a dos nuevos centros especializados, el Pier 05 de tecnologías financieras (fintech) y el Pier 07 de tecnologías sanitarias (healthtech).

© Tech Barcelona La asociación Tech Barcelona, ubicada en el Pier 01, en la plaza de Pau Vila, acoge start-ups y proyectos de innovación, especialmente de pequeñas empresas. © Tech Barcelona

En este entorno de emprendimiento han nacido varias iniciativas consideradas de éxito en su momento, como Wallapop, Holaluz, Social Point, Softonic, Edreams y Scytl, así como un potente subsector de producción de videojuegos, que actualmente cuenta con 200 estudios que emplean a 4.000 trabajadores y facturan más de 500 millones anuales, según el Llibre blanc sobre la industria en Cataluña elaborada por la Dirección General de Innovación y Cultura Digital del departamento de Cultura.

Cabe decir que el grado de innovación auténtica en el entorno de las startups es extraordinariamente variable, pues abundan las propuestas que son puramente réplicas de modelos de negocio que han triunfado en otros países o mercados. También se observa cierta carencia del músculo financiero que los proyectos realmente sólidos necesitarían para dar el gran salto al mercado global, motivada por la aversión del capital local a las inversiones de riesgo tan habituales en lugares como Silicon Valley. Hasta el punto de que aquí es habitual presumir de ser un emprendedor en serie y que muchas de las grandes operaciones que se exhiben con orgullo como ejemplos de éxito consisten en inversiones de capital extranjero, que enriquecen a los fundadores, pero trasladan a otros países los beneficios potenciales.

No pueden quedar fuera de este repaso en la Barcelona tecnológica dos empresas locales que son verdaderas potencias en sus respectivos ámbitos. La primera es Cellnex Telecom, el principal operador europeo de infraestructuras neutras de telecomunicaciones, que gestiona más de 130.000 emplazamientos de telefonía móvil en 12 países, mayoritariamente adquiridos en las mismas operadoras que después los alquilan en régimen de uso compartido. Cellnex, que también ofrece redes privadas para empresas y opera redes para servicios de emergencia y seguridad, nació para explotar la red estatal de repetidores públicos de radio y televisión, precisamente el mercado en el que se mueve la segunda empresa: Mediapro, que, además de producir contenido audiovisual y gestionar los derechos de emisión de grandes eventos deportivos, ha desarrollado tecnología propia de producción y difusión, y ha ampliado su alcance al ámbito del entretenimiento digital (eSports) y a la creación de entornos virtuales con fines de formación y de marketing, que se pueden enmarcar en el incipiente concepto de los metaversos. Unos metaversos que también explora el estudio barcelonés de la firma Glassworks VFX enriqueciendo con los visores de realidad aumentada Microsoft HoloLens 2 la visita presencial al edificio modernista La Pedrera de Antoni Gaudí en el paseo de Gràcia de Barcelona.

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