Mike Blackman. El líder mundial del audiovisual también elige Barcelona

 © Frederic Camallonga

Mike Blackman es un ejecutivo cosmopolita, buen orador y mejor relaciones públicas. Ha traído a Barcelona el Integrated Systems Europe (ISE), la mayor feria del sector audiovisual del mundo, que él mismo creó hace 20 años. Conoce a todo el mundo y todo el mundo lo conoce a él, y se ha convertido en invitado habitual de los eventos empresariales y sociales de la ciudad. En ella se ha sentido acogido y, más allá del ISE, trabaja para que más empresas audiovisuales de todo el mundo elijan Barcelona como sede.

“Antes me gustaba esta ciudad. Ahora la quiero”, asegura Mike Blackman desde la azotea de un hotel en el paseo de Gràcia, uno de sus lugares favoritos de Barcelona, con vistas al Tibidabo, al mar y a Montjuïc, donde identifica explícitamente el recinto histórico de la Fira.

Blackman es el fundador y máximo ejecutivo del Integrated Systems Europe (ISE), la mayor feria del sector audiovisual del mundo, que en mayo de 2022 se estrenó en Barcelona con mucha proyección y con una clara intención de tener un impacto igual o superior al que supone el Mobile World Congress (MWC). Y lo ha hecho jugando muy bien sus cartas.

A principios de febrero de 2020 Blackman se despedía de Ámsterdam, después de organizar cinco ediciones del ISE, y anunciaba una prometedora nueva etapa en Barcelona. Esa misma semana se canceló la edición del MWC que debía celebrarse a los quince días, quedando oficialmente proclamada la parálisis económica mundial por la pandemia de la covid. La llegada del ISE, pues, se retrasó dos años, aunque, en ese momento, eso todavía nadie lo sabía.

Pasado el primer golpe duro del confinamiento, Mike Blackman no dejó de venir a Barcelona y de reunirse con todo el mundo, literalmente. Ha cuidado con excelencia la relación con todas las personas de todas las administraciones, entidades e instituciones que pudieran ayudarlo: los políticos, las vacas sagradas de siempre y los nuevos liderazgos de la sociedad civil, y, de algún modo, también la gente de la calle. Y se ha sentido recompensado con creces. Conoce a todo el mundo y todo el mundo lo conoce a él, y se ha convertido en invitado habitual de los eventos empresariales y sociales de la ciudad. “Es increíble la forma en que la gente de Barcelona me ha acogido y me cuida: no me lo esperaba. Cuando la gente te invita a su casa y te presenta a sus amigos, esto es un regalo. Pienso que esta gente es fantástica, me ayuda en el negocio y nos apoya para crecer”.

Blackman vino a Barcelona por primera vez en los noventa, cuando organizó una conferencia de ordenadores Mackintosh (Apple) para MacWorld en el Palacio de Congresos, y aunque recuerda que era un salón muy pequeño, ya disfrutó de la ciudad. Hace décadas que se mueve en este mundo de las ferias y congresos del sector tecnológico. Su padre les transmitió a él y a su hermano la afición por los ordenadores.

Nacido en Guyana (Sudamérica), se crio en el Reino Unido y recuerda que en la escuela era bueno en matemáticas y economía, pero no se veía como economista, y se decidió por el marketing. Comenzó su trayectoria en la empresa editora del Financial Times y enseguida creció con el mundo de las publicaciones de la informática de consumo, que en ese momento era un sector incipiente. Tras pasar por el sector de la consultoría, en 2002 creó el ISE.

En todos estos años El ISE se ha convertido en una cita imprescindible para el mundo audiovisual, una industria que está en profunda transformación. “Ahora ya no se necesitan los equipamientos de antes, hay soluciones eficientes y económicas para crear contenido”.

Durante la pandemia sufrió por lo que implicaba tener que organizar con meses de antelación un evento gigante… sin saber qué podía ocurrir a pocos días vista. En cambio, estalló toda la industria de soluciones audiovisuales para hacer posible el teletrabajo, que está cambiando culturas y reglas del juego en todo el mundo. Este universo de nuevas oportunidades virtuales son contenidos imprescindibles para la feria de tendencias tecnológicas audiovisuales, en un mundo en el que cada día se hace más difícil reconocer las fronteras entre lo real y lo que lo parece.

En la edición del ISE de mayo en Barcelona, un holograma de Mike Blackman daba la bienvenida a los visitantes y causaba sensación. Pero el mismo Blackman es consciente de que en la pirámide de las necesidades humanas es importante la conexión y el afecto con otras personas, algo que un holograma, de momento, no resuelve. Se acuerda de una reunión en 1996 con una empresa que organizaba presentaciones virtuales que aseguraba que las ferias morirían: “¡Y aquí estamos! Tenemos la suerte de estar en el sector audiovisual, unimos lo mejor de ambos mundos”. Sin entrar en demasiados detalles, reconoce que en el metaverso haremos cosas, pero también piensa que todavía queda mucho por desarrollar.

Con todo el ruido que hace, detrás del ISE hay un equipo de 35 personas, repartidas entre Ámsterdam, Barcelona y Múnich, donde Blackman inició el proyecto y donde vive con su familia. Es en esta concepción global, de espacio físico y temporal, que defiende que el ISE no es solo una feria, es un evento: “Nuestro impacto en la ciudad no debe ser solo los días que dura la feria, queremos ir más allá y formar parte del ecosistema de Barcelona. Queremos apoyar a las empresas audiovisuales locales, conocemos lo que hacen el Ayuntamiento, la Generalitat y ACCIÓ, iniciativas como Tech Barcelona, etc. Queremos que empresas audiovisuales internacionales vengan a la capital catalana y abran su sede. Por ejemplo, ya hemos traído empresas asiáticas que quieren crecer en Europa”.

Mike Blackman es un ejecutivo cosmopolita, buen orador y mejor relaciones públicas. Es un profesional en el arte de socializar y de decir las cosas bastante claras: “De la ciudad esperamos apoyo y reconocimiento: somos conscientes de que durante unos días provocamos el caos. Traemos a miles de personas, y esto genera problemas de tráfico, debemos garantizar que habrá suficientes taxis y también cuidar el impacto medioambiental; debe haber soluciones de transporte público. Así es cómo queremos que la ciudad nos ayude. En algunos sitios primero te lo prometen todo y, cuando has firmado, después no pasa nada. En Barcelona ha sido al revés. Barcelona es un buen lugar en el que estar: todo el mundo me ha recibido con los brazos abiertos”.

 © Frederic Camallonga Mike Blackman durante su estancia en Barcelona  © Frederic Camallonga

Con el poco tiempo que lleva por aquí, le bastó para darse cuenta de uno de los defectos de los locales, según su opinión: “La gente de Barcelona no valora suficientemente el encanto y el valor de la ciudad”. Aun así, sabe bien por donde pisa: “Entiendo la reacción que provoca el exceso de turismo, por eso nos preocupa tanto lo que nosotros podamos hacer por la ciudad. El ISE es una feria profesional, a la que la gente local no accede, por tanto, debemos pensar en ofrecerles otras cosas [que tengan lugar fuera del recinto ferial]”·. Para la edición de 2022, el ISE regaló a Barcelona un mapping gigante a la Casa Batlló y otro a la plaza de Espanya. Estos dos espectáculos de juegos de luces en la calle embelesaron a miles de personas, fueron trending topic en las redes y al mismo tiempo resultaron una campaña promocional inmejorable para la ciudad. “Ya buscamos nuevas ideas para el próximo año, algo espectacular para regalar a la ciudadanía”. Blackman querría seguir en Barcelona a largo plazo siempre que los hoteles vayan en la misma línea. Lo cuenta con una frase hecha inglesa que, traducida, viene a decir que se debe vigilar que hoteles y aerolíneas no quieran hacer su agosto aprovechándose de estos eventos aumentando los precios de forma excesiva: “Tenemos que controlar que no sea demasiado caro venir estos días y que los visitantes no quieran volver”.

Dice que habla a menudo con John Hoffman, el consejero delegado de GSMA-Mobile World Congress, de las cosas buenas de la ciudad y de las que no lo son: “Nos ha ayudado seguir sus consejos”. El MWC y el ISE tienen una audiencia similar, pero Blackman asegura que las empresas que exponen en ellos son diferentes o, al menos, el enfoque se realiza desde ángulos y visiones diferentes. “Tenemos sinergias, no competimos. Somos dos shows muy grandes; quizás nos solapamos en un 10%”.

Ahora ya sabemos que el MWC ha renovado hasta 2030. Blackman dice que estaba seguro de ello incluso meses antes de que se anunciara: “El MWC es uno de los motivos por los que nosotros estamos en Barcelona”. Mike Blackman sabrá mover muy bien los hilos si quiere que el ISE siga celebrándose en la capital catalana más allá de 2024. La visibilidad e influencia internacional que dan estos eventos hacen que sean ambicionados por otras muchas ciudades del mundo.

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