Nexus: el poder es información

Leí Sapiens, de Yuval Noah Harari, antes de que se convirtiera en un fenómeno editorial global y mucho antes de que el autor se convirtiera en una figura de culto en Silicon Valley y en Davos. Esta confesión os puede parecer un intento de reivindicar a aquel Harari primigenio (el de la maqueta), pero sirve para ilustrar cómo han evolucionado su impacto y su influencia. Con Nexus, Harari continúa la tarea de conectar pasado, presente y futuro en una trama que explora el poder de las estructuras de gobierno y las redes de información que las sostienen.

Harari nos ofrece una perspectiva fascinante: los sistemas de gobierno que hemos creado son, en esencia, redes de intercambio de información. Desde las jerarquías más antiguas hasta las democracias modernas, las estructuras políticas no solo organizan y dirigen a la sociedad, sino que también recopilan, procesan y redistribuyen información entre varios grupos. Este flujo constante de información es lo que determina la eficacia y sostenibilidad de cualquier sistema de gobierno. A través de ejemplos históricos, Harari nos muestra que el poder y la autoridad no son tanto una fuerza impuesta como una compleja red de interdependencias donde la información circula y se controla.

Esta dinámica es particularmente relevante en las democracias, que Harari define como redes descentralizadas de información. Aquí, nodos como el poder legislativo, ejecutivo, judicial, la prensa y la academia se mantienen en equilibrio, controlándose mutuamente a través de mecanismos de autocorrección. En cambio, los regímenes totalitarios concentran toda la información en un solo nodo central, lo que los hace inherentemente ineficientes. Según Harari, China, la Rusia zarista, la URSS de Stalin, el nazismo e incluso la Rusia de Putin ejemplifican estos sistemas centralizados, en los que el control se mantiene a través de tres nodos fundamentales: el Estado, el partido y la policía secreta.

IA y totalitarismo eficiente

Harari advierte, con un punto de provocación, que, si bien los totalitarismos del siglo xx no lograron consolidarse por falta de tecnologías que permitieran un control centralizado eficiente a gran escala, esto podría cambiar con el advenimiento de la inteligencia artificial (IA). La IA tiene la capacidad de procesar y analizar volúmenes de datos que los humanos no pueden ni imaginar y detectar patrones con una precisión sin precedentes. Mientras que, en el pasado, un exceso de datos generaba ineficiencia, en un presente dominado por la IA más datos significan mayores posibilidades de encontrar patrones. Esto, según Harari, podría abrir la puerta a un totalitarismo eficiente, especialmente si una IA poderosa se pusiera en manos de un líder irresponsable.

Sin embargo, discrepo con esta visión y creo que Harari atribuye a la IA una agencia e intencionalidad que realmente no tiene. Por más avanzada que sea, una IA no deja de ser una herramienta que depende de objetivos establecidos por humanos. Sin una dirección clara, la IA no puede tomar decisiones de forma independiente; si no tiene una función de maximizar, es tan útil como un ordenador en modo de salvapantallas. Esto no significa que el riesgo de un abuso de la IA no exista, pero tampoco que sea inevitable. Hace casi ocho décadas que mantenemos el control sobre el riesgo nuclear y evitamos que las armas biológicas caigan en manos peligrosas; deberíamos poder hacer lo mismo con la IA.

La habilidad de Harari para tejer conexiones entre disciplinas aparentemente distantes, como la historia, la filosofía y la tecnología, hace de Nexus una lectura entretenida y enriquecedora. Quizás Harari no sea el mejor en cada una de estas disciplinas, pero su capacidad narrativa y su experiencia como divulgador son innegables. Así como nos cautivó con Sapiens, Homo Deus y 21 lecciones para el siglo xxi, Harari nos seduce una vez más con una propuesta que nos obliga a repensar nuestro papel en una sociedad cada vez más interconectada y tecnológica.

Sin embargo, como futurólogo, Harari es tan bueno como usted o como yo. Ya lo dijo Niels Bohr: hacer predicciones es jodido, sobre todo cuando son sobre el futuro.

Nexus. Una breve historia de las redes de información desde la Edad de Piedra hasta la IA.

Yuval Noah Harari

Debate, 2024. 608 páginas

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