Un paraíso amenazado por la codicia

Rember Yahuarcani, Aquellos otros mundos (díptico), acrílico sobre lienzo, 2024. Cortesía del artista. © Centre de Cultura Contemporània de Barcelona

Uno de los hechos históricos en los que se fundamenta la extraordinaria exposición Amazonias. El futuro ancestral, que puede verse hasta el 4 de mayo en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB), es el de la irrupción en la selva amazónica de la civilización. Entendida desde la perspectiva occidental, la civilización estableció en la Amazonia una relación antagónica desconsiderada, si no aniquiladora, con los pueblos autóctonos, cuyo resultado se percibe a lo largo de las instalaciones y espacios de los que consta la muestra del CCCB. El primer paso lo dio la expedición de Francisco de Orellana, iniciada en 1541.

Francisco de Orellana buscaba el país de la canela y, de paso, la ilusoria ciudad de El Dorado, colmada de riquezas. La civilización ya prometía. Pero El Dorado era en realidad todo lo que rodeaba a los expedicionarios: árboles gigantescos, aromas seductores, sonidos y silencios indescriptibles, papagayos azules, delfines rosas, ranas rojas, la paleta de colores del universo y una multiculturalidad humana en consonancia. En efecto, la selva amazónica es el crisol de una impresionante diversidad natural y cultural, donde los pobladores, durante miles de años, moldearon un vínculo con el entorno en el que la recolección, la caza o el cultivo no iban en detrimento de la biodiversidad, más bien al contrario. La Amazonia era un gran jardín edénico y no una selva virgen prácticamente deshabitada como interesadamente se hizo creer, según demuestran las investigaciones llevadas a cabo en los últimos años.

La naturaleza integra todos los aspectos de la vida de los pueblos amazónicos, en un equilibrio ecosistémico que rige la relación entre el ser humano y el cosmos. Esta relación es revelada e interpretada por el chamán a través de visiones coloridas, envueltas con cánticos, atizadas por el consumo litúrgico de alucinógenos como la ayahuasca, a cubierto en una edificación tradicional llamada maloka, el lugar de la palabra. En el apartado de la exposición “El mensaje de las raíces”, se puede contemplar una maloka construida in situ por un maloquero con materiales originales.

Luiz Braga, A Preferida, 1985. Cortesía del artista. © Centre de Cultura Contemporània de Barcelona Luiz Braga, A Preferida, 1985. Cortesía del artista. © Centre de Cultura Contemporània de Barcelona

El apartado “Un árbol hecho de agua” presenta una recopilación de las diferentes Amazonias, que forman hoy una realidad compleja, múltiple, como un árbol con muchas ramas “que va más allá de la diversidad de los pobladores indígenas”, en palabras del comisario de la exposición, Claudi Carreras. Además de las lenguas habladas por los amerindios amazónicos, muchas en peligro de extinción, el recorrido muestra manifestaciones culturales de los afrodescendientes o de los colonos que, de una forma u otra, han optado por la integración y la resistencia ante un proyecto económico y cultural uniformador. Llama la atención la instalación olfativa, con algunos aromas que evocan varios aspectos del mundo amazónico, y la instalación acústica, que reproduce los paisajes sonoros selváticos.

Una selva en peligro

El equilibrio modélico entre el ser humano y la naturaleza, establecido por los pueblos amazónicos, ha sido vulnerado por la avidez extractiva de la colonización y del consumismo, por el apetito sin freno de los recursos naturales entendidos como fuentes inagotables. Esta dinámica devastadora queda reflejada en una gran recopilación de imágenes, documentos históricos y entrevistas en el apartado “Bonanzas voraces”, un museo de los horrores ambientales en los que no falta el sobrecogedor y mudo testigo de muestras reales de árboles amazónicos calcinados.

Lalo de Almeida, Protesta de los munduruku en Belo Monte, 2013. Cortesía del artista. © Centre de Cultura Contemporània de Barcelona Lalo de Almeida, Protesta de los munduruku en Belo Monte, 2013. Cortesía del artista. © Centre de Cultura Contemporània de Barcelona

La Amazonia está en peligro, desaparece, es destruida sistemáticamente por la codicia y, por consiguiente, también es destruida toda una red de relaciones ecológicas indispensables para la vida. Este entretejido vital se pone de manifiesto en la obra de Olinda Silvano y Cordelia Sánchez, en la que se establece una poderosa conexión entre naturaleza y arte. Obras que son contribuciones a la lucha contra la destrucción. El ser humano no es ajeno a la trama natural, forma parte de ella; así lo reflejan los murales del colectivo MAHKU, que representan los cantos y visiones de las ceremonias con ayahuasca, en las que, como en un sueño, se ponen de manifiesto las costuras de la unión del ser humano con el todo. El futuro de la Amazonia, el futuro de la conservación de la biodiversidad y el futuro del planeta dependen de escuchar esta sabiduría ancestral.

Amazonias. El futuro ancestral

Hasta el 4 de mayo de 2025 Centre de Cultura Contemporània de Barcelona

Comisariado: Claudi Carreras.

Asesoramiento de expertos locales: Jõao Paulo Lima Barreto, Eliane Brum, Emilio Fiagama, Lilian Fraiji, Valério Gomes, Nelly Kuiru, Eduardo Góes Neves, Daiara Tukano, Rember Yahuarcani y Joseph Zárate.

El boletín

Suscríbete a nuestro boletín para estar informado de las novedades de Barcelona Metròpolis