Una segunda vida para las Tres Xemeneies de Sant Adrià
- Visiones urbanas
- Abr 25
- 12 mins
La antigua central térmica de Sant Adrià de Besòs se prepara para convertirse en un centro neurálgico de la industria audiovisual, un sector que, en Cataluña, está formado por más de 4.100 empresas que facturan 8.600 millones de euros y generan 42.000 empleos. Tras años de olvido, el esqueleto de la planta se dedicará a la formación y la investigación, pero también acogerá a empresas, con el objetivo de revitalizar el Besòs y de atraer inversión a una zona que ha quedado en tierra de nadie.
Habrá quien haya pisado por primera vez Sant Adrià de Besòs gracias a Manifesta, la bienal de arte contemporáneo que ha logrado revivir las Tres Xemeneies, un icono metropolitano abandonado desde que detuvo sus máquinas en 2011. Hasta hace unos meses, nadie habría imaginado que esta antigua central térmica de Endesa (antes Fecsa) iba a convertirse en un destino de peregrinación, con riadas de gente adentrándose para contemplar propuestas artísticas de primer nivel. La llegada de esta cita europea contribuyó a evidenciar que hay vida más allá del centro de Barcelona, en una erróneamente llamada periferia que hace tiempo que dejó de ser la puerta trasera de la gran capital.
El foco que ha puesto la bienal nómada en las Tres Xemeneies coincide con el inminente desenlace de su futuro. Durante muchos años, han acumulado una larga y variada lista de posibles usos, desde un museo del transporte y un centro de interpretación de la energía hasta un espacio de memoria y un museo dedicado a la cultura china. Tras muchas idas y venidas, la conocida como “la Sagrada Familia de los pobres” se acerca a la materialización de su segunda vida. La respuesta definitiva la da el Catalunya Media City, un proyecto que la Generalitat puso en marcha a principios de 2021 para convertir el espacio y su entorno en un hub para la industria audiovisual, digital y del videojuego, en el que haya formación e investigación, pero también empresas, grandes y pequeñas.
El esqueleto de la planta térmica se llenará de un sector en expansión que engloba la producción de cine, música, radio y televisión, así como de publicidad, videojuegos y experiencias inmersivas. Alejándose de la contaminación y la lluvia negra que antes provocaba la antigua central, el proyecto liderado por la Generalitat quiere concentrar en Sant Adrià una industria hasta ahora dispersa, para potenciar su liderazgo tecnológico. “Una de las características de Barcelona es la atracción de talento, la llegada de multinacionales y la creación de start-ups, como ya se ha hecho en otros sectores. Aquí hay que hacer lo mismo”, sostiene Miquel Rutllant, presidente del Clúster Audiovisual de Cataluña, uno de los principales impulsores del Catalunya Media City.

El nuevo epicentro creativo y tecnológico se concentrará en la nave de turbinas, el edificio anexo a las Tres Xemeneies. Parte de la memoria obrera y vecinal que representa, y que estaba condenada a desaparecer, se salvó gracias a una fuerte movilización ciudadana. Son los únicos restos del complejo industrial construido en la década de los setenta que sobrevivieron a los derribos de Endesa tras el cese de la actividad. No ha quedado ni rastro de los otros edificios ni de su contenido. Se eliminó “todo lo que olía a trabajo”, en palabras del escritor adrianense Javier Pérez Andújar.
Con este pasado de fondo, el Catalunya Media City creará un parque formativo y empresarial dotado de infraestructuras de primer nivel para fomentar la creación y la experimentación. Por un lado, habrá equipamientos como platós, estudios de grabación y salas de mezclas, color y montaje, además de laboratorios para probar tecnologías como la realidad virtual y la aumentada, el metaverso o los mapeos. La tercera planta del edificio, con un diseño más diáfano, se habilitará como espacio abierto para todo tipo de eventos culturales, desde conciertos, exposiciones o ferias, hasta conferencias, rodajes y retransmisiones en directo, con capacidad para 4.000 personas.
El pilar de formación e investigación contará con la participación de las principales universidades y centros de formación profesional, con capacidad para más de 2.000 alumnos. Después estará el área destinada a compañías, con oficinas, despachos, salas de reunión y coworkings, en función de su grado de madurez. Se desarrollarán programas de incubación y aceleración de empresas emergentes tecnológicas, así como residencias artísticas. Con una inversión público-privada estimada en 450 millones de euros, se prevé que el nuevo complejo entre en funcionamiento entre 2028 y 2029. El Gobierno central invertirá 60 millones de euros para impulsar la primera fase del proyecto.
Un nuevo polo de actividad para recoser Sant Adrià
Fuera de la nave de turbinas, la ciudad de Sant Adrià aprovechará la transformación de las Tres Xemeneies para crear un polo de actividad económica a su alrededor, en una de las últimas pastillas urbanísticas libres del litoral metropolitano. “Es una gran oportunidad para regenerar suelo en una zona donde la industria que había antes ha cerrado, además de para recoser y construir la ciudad”, defiende el teniente de alcaldía de Territorio de Sant Adrià de Besòs, José Antonio Gras. Esto incluye más de 30 hectáreas que quedan encajadas entre la desembocadura del río Besòs, la línea del ferrocarril, el mar y las Tres Xemeneies, y que limitan con el barrio de la Mora de Badalona.
Según el Plan director urbanístico, aprobado en 2023, se creará un gran parque urbano de 10 hectáreas y se construirán casi 1.800 pisos nuevos, el 40% de los cuales será de protección oficial. El desarrollo urbanístico choca con el rechazo de asociaciones como la Plataforma per la Conservació de les Tres Xemeneies, que pide recuperar la planta de Fecsa tan solo para actividades culturales y critica la construcción de grandes promociones en una zona inundable. “Un espacio como el parque fluvial del Besòs tiene un gran éxito y no hay viviendas ni actividad económica. Podemos hacer lo mismo en esta área, sin poner pisos para llenarla. Es una excusa”, sostiene Roger Hoyos, miembro de la plataforma.
Se prevé que se generen unos 10.000 puestos de trabajo con el aterrizaje de compañías en torno a la antigua planta.
El barrio residencial se acompañará de casi 100.000 metros cuadrados de techo para actividad económica, situados en su mayoría detrás de las Tres Xemeneies. “Queremos que se produzca una convivencia de varias empresas y entes públicos que creen un ecosistema”, remarca Gras, con la mirada puesta en la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA). El consistorio, encabezado por la socialista Filo Cañete, prevé que se generen unos 10.000 puestos de trabajo con el aterrizaje de compañías en torno a la antigua planta, estratégicamente ubicada cerca de una estación de cables submarinos de fibra óptica, infraestructura clave para la industria audiovisual.
Las empresas a las que se quiere seducir forman parte de un sector que factura más de 8.600 millones de euros y genera casi 42.000 puestos de trabajo, según datos de ACCIÓ, la agencia por la competitividad de la empresa de la Generalitat. La actividad de las 4.160 compañías audiovisuales que existen en Cataluña equivale a un 3% del PIB. Además, también existen unas 330 start-ups, una cifra que más que duplica la de hace cinco años. Para este crecimiento resulta clave la celebración en Fira de Barcelona del Integrated Systems Europe (ISE), el mayor congreso audiovisual de Europa. Como ha ocurrido con el Mobile World Congress (MWC), el salón se ha convertido en un motor de atracción de inversión extranjera, con el establecimiento en Barcelona de una decena de sedes de multinacionales como B-Tech, Lang, Aztec o Lightware. Una de las principales áreas de desarrollo del sector audiovisual pasa por el videojuego, en que la capital catalana lleva años fortaleciéndose con la llegada de grandes actores como Rovio, la creadora de Angry Birds.
Desvelando el interior de las Tres Xemeneies
Trece años después de que cerrara la central térmica de Sant Adrià de Besòs, el interior de la antigua sala de turbinas abrió sus puertas a los visitantes a finales de 2024. Era la primera vez que se podía acceder y fue gracias a la bienal nómada europea Manifesta, que instaló allí varias intervenciones artísticas. Mostramos algunas fotografías de este evento.




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