Vulnerabilidad cultural

  • Ene 19
  • 2 mins

A menudo contraponemos la bondad de la acción social al elitismo del mundo cultural. Es un falso dilema, como ha pasado al discutir si un edificio del Raval tiene que ser un centro médico o un museo. El primero se presenta como un servicio de primera necesidad y el segundo se valora con cierta sospecha, como si fuese un lujo. Desde el 1 de noviembre un grupo de doctores de Montreal, Canadá, tienen permiso para prescribir como terapia visitar un museo. Es un síntoma de que la cultura es un pilar tan importante de nuestro bienestar como la salud o la educación.

Los trabajadores de la cultura viven en una lamentable precariedad laboral, como muestra el debate que abre este Pliego de cultura. Las artes nos ayudan justamente a reconocernos en nuestra vulnerabilidad, en un mundo en el que la publicidad y el imperativo del éxito personal hacen invisible e intolerable cualquier expresión de fracaso. Como dice Joumana Haddad en la entrevista, “la auténtica libertad pide una toma de conciencia continua”, y esta emancipación será imposible sin el concurso de la cultura compartida. Y también aparecen nuevas tecnologías, como la blockchain, que, si no son finalmente cooptadas por los grandes monopolios, pueden tener un efecto emancipador. Hablaremos de todo ello y mucho más en estas páginas.

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