La palabra άκρη (ákri) es una palabra griega que se traduce como “umbral” o “límite”. Forma la primera parte de la palabra compuesta ακροβασία (‘acrobacia’), que se puede traducir como “pasear por el límite” o “caminar por el umbral”. De eso va el espectáculo de circo Ákri, de Manel Rosés: de cómo vivimos el tiempo que pasa entre dos momentos; de cómo habitamos estos no-lugares que, igual que la escalera que vemos sobre el escenario, no están pensados para ser habitados.

El pasado 24 de marzo, los Premios de la Crítica de las Artes Escénicas concedieron a Ákri el premio Mejor Espectáculo Nacional de Circo del 2024. "Me hace mucha ilusión", comenta Manel Rosés. "Recibir un premio es un reconocimiento al trabajo. Y es importante porque siempre hay momentos que sufres, que no sabes cómo irá un espectáculo y dudas mucho. Cuando de golpe, recibes un premio como este, sientes que todo este trabajo ha merecido la pena."

Hace mucho que Manel Rosés - que presenta Ákri, su primer solo, dentro del circuito Escena - está inmerso en el mundo del circo: con poco más de 20 años, Rosés consiguió destacar en la escena internacional ganando una medalla de oro en el reconocido festival Demain de París, gracias a un espectacular número de báscula. En Ákri, el artista combina espectaculares equilibrismos y batacazos divertidísimos con una elaborada reflexión sobre el teatro y el oficio del espectáculo, sobre la realidad de los espectadores y la apariencia del oficio del espectáculo. "El circo es un oficio chulo, pero también tiene su dureza, viajas, estás fuera de casa, a veces te haces daño..." Y añade el artista que "siempre hay aquel pensamiento que te dices que harás un espectáculo más y lo dejas, ¿no? Esta idea siempre está allá, pero nunca lo acabamos dejando."

Todavía tienes una oportunidad de ver su propuesta: el 25 de abril, a las 18 horas, en el espacio exterior del CC Can Clariana Cultural.