Cocinado en las islas. Cocinado despacio. Desde la idea. Con unas escalas sobre las que hacer equilibrios. Y invadido por peces, peces grandes que se comen a los pequeños, tiburones que devoran todo lo que encuentran... como ha hecho el turismo que ha malogrado el paisaje. Este es el Peix que nos servirá en una bandeja de poesía y acrobacias la compañía Hotel Iocandi.

Dicen que Peix es un espectáculo combativo pero poético.... ¿era esta vuestra intención?

Cuando empezamos a pensar un espectáculo no imaginamos el resultado final, sino que a menudo todo empieza por la necesidad de explicar algo, y este motor nos acompaña durante todo el proceso. Peix parte de una sensación y vivencia muy personal y lo que es personal a menudo es político, así que supongo que sí, que es un espectáculo combativo.

También me interesa mucho la poética grotesca de la belleza que surge de algo catastrófico. El circo tiene las herramientas para enseñar las cosas plásticamente, poéticamente.

Habláis de cómo el turismo se está cargando nuestros paisajes en un momento en que la covid nos ha hecho ver que sin turismo nuestra economía se desploma... ¿Creéis que esta ecuación tiene fácil solución?

He tenido mis momentos de duda a la hora de salir a la calle a habla del turismo, cuando la covid está acabando con todo y mucha gente que vive del turismo ha perdido el trabajo y lo está pasando muy mal. Pero para mí lo más importante que esta crisis nos ha hecho ver es todas las crisis que hay dentro de esta gran crisis que es la globalización y el capitalismo y lo frágil que es todo. Un sistema que se detiene un mes y en el que todo se colapsa pone de manifiesto que vivíamos en un falso equilibrio y en una falsa seguridad disfrazada de comodidad. La covid nos lo ha hecho ver, pero no quiere decir que antes no existiera. Estaría bien que fuera un despertar y que aprovecháramos para hacer cambios profundos.

¿Por qué el título de Peix?

Hablamos del pez gordo que se come el pez pequeño. Un concepto tan antiguo como eterno. Para mí el turismo global es un pez gordo que se come la costa y arrasa con todo el que había sin contemplación. Es una expresión más de este capitalismo salvaje que vivimos.

Es un espectáculo hecho desde Mallorca, ¿es muy mallorquín?

No sé si es un espectáculo muy mallorquín...yo soy de Mallorca, por lo tanto, seguramente hay muchas referencias mallorquinas. Es verdad que lo explico desde la experiencia personal, pero probablemente aparecerían referencias comunes si lo explicara alguien de Grecia o de Barcelona o de Cancún. El concepto es universal.

Evidentemente utilizamos nuestras propias vivencias e imaginario para construir el espectáculo, lo explico desde donde soy yo. Y esto se puede apreciar por ejemplo con el espacio sonoro, diseñado por Sacha Agranov, que bebe de la tradición popular mallorquina.

Acrobacias, humor, poesía... ¿cómo hacéis convivir todos estos elementos y cómo habéis cocinado este espectáculo a ritmo lento?

El espectáculo lo hemos hecho durante tres años y de manera muy intuitiva. Tenía muy claro que quería hacer un trabajo físico y de investigación con dos escaleras y de lo que quería hablar. Primero pues creamos material físico y después empezamos a construir todos los aparatos que aparecen a lo largo del espectáculo (peces, tarima...) Durante todo este tiempo nos hemos encontrado con gente que ha confiado en nosotros y que nos han abierto espacios donde poder crear, ensayar e ir mostrando el proceso al público (Ajuntament de Castellterçol, Cal Gras, Ca l'Estruch i Fira Tàrrega). Hacia el final del proceso creativo se sumó Ada Vilaró que nos ayudó mucho a dar coherencia al material que ya teníamos.

Trabajar a fuego lento te da una perspectiva más clara y tranquila, sin el estrés de estrenar o de cumplir plazos. Te da tiempo para poder hacer cambios, y sobre todo para abrir nuevas puertas y sorpresas que surgen durante el proceso creativo y que a menudo son más interesantes que lo que habías pensado inicialmente.

¿Cómo ha evolucionado vuestra manera de entender la escena desde vuestro primer trabajo, Esquerdes?

Personalmente espero no acabar de entender la escena nunca... La escena es cambiante, igual que todos nosotros somos cambiantes. Seguramente no somos los mismos, y seguramente cuantas más veces sales a escena más te acostumbras. Nuestro trabajo, como otras muchas profesiones, cuanto más lo haces, más aprendes.

¿Qué ha supuesto ganar el premio Moritz en la Fira de Tàrrega?

Actuar en la Fira de Tàrrega y formar parte de su plan de Apoyo a la Creación fue una gran oportunidad para presentar el espectáculo. Ganar el premio Moritz es un reconocimiento al trabajo hecho y también una manera de llegar a más gente.