Dice que el mar acerca todas las culturas. Y sus canciones viajan a una banda y otra del Atlántico, aunque también se alejen hacia aguas más frías. Pero cuando tiene que crear, sube a una montaña, la de Torre Baró, con su guitarra a cuestas. Y escribe canciones que Raquel Lúa dice que la curan de todos los males y con las que espera curar el corazón de quien las escucha.

- ¿Nos explicas como fueron tus inicios?
Mi relación con el canto empezó de muy pequeña. ¡No recuerdo no cantar! Y empecé a escribir poemas y a saberme de memoria poemas de los autores que me gustaban o conocía en aquel momento.

- ¿De verdad empezaste en un grupo heavy?
Cuando cumplí 15 años, tuve algunas bandas de rock con los compañeros de clase y empecé a hacer canciones propias. Solo para pasárselo bien. De Extremoduro, Open water rivaivals, Sistem of a Down hasta Pereza. ¡Un pupurri!

- ¿Qué supuso el Taller de Músics y el Concurso de cantautores de Hprta en tu formación?
En 2015 disfruté de una beca del Taller, la Cabal Musical, que me permitió tomar conciencia de que hacer música no era sólo un hobby. Allí empezó mi proyecto musical acompañada de Yeray Hernández. El concurso de cantautores, que gané acompañada de la guitarrista Amaia Miranda, me dio la posibilidad de abrir más frentes y de tocar en muchos lugares preciosos. ¡La calidad humana que hay allí es brutal

- ¿Cómo es la música de Ruegos y demàs?
Bebe del folclore de muchas tierras diferentes. Podemos encontrar una zamba argentina, una bossa, una guajira flamenca, son cubano, un tema que parece irlandés... Todo con canciones propias.

-¿Qué es lo que quieres expresar con tus canciones?
Me gusta pensar que el mar conecta todas las culturas y que podemos enriquecernos mucho gracias a este hecho. A mí cantar me cura y todas las canciones que hay al disco me han curado de alguna manera. Es un bálsamo. No sé muy bien si hay intención de expresar algo en concreto pero, si hilamos fino, canto a la vida y a la muerte, que al final es el único que hay.

- ¿Tus canciones son poéticas, reivindicativas...?
Las canciones que hago son poéticas. De hecho el disco incluye una poesía que escribió mi amigo Otto Wolfski. Me la envió e inmediatamente la hice canción. Pero también he querido que la rapsodia tenga un lugar al disco. Cuento con la colaboración de mi amigo Al Víctor, un rapsoda con un recorrido impresionante y admirable. Pero solo quién tiene el disco físico puede escuchar su voz porque quería que fuera un elogio a la paciencia y a la escucha calmada de quien escucha un disco entero,

-¿De verdad tus canciones nacen en la montaña de Torre *Baró?
La montaña de Torre Baró es fuente de inspiración y al tenerla cerca he podido disfrutar de su magia. Pero por suerte casi todos los paisajes o zonas donde la naturaleza tienen un papel relevante son fuente de canciones.

- ¿Estás escribiendo nuevas canciones? ¿Estás ya pensante en un nuevo trabajo discográfico?
¡Sí! Ahora mismo estoy en una época muy creativa que me gusta muchísimo. Gracias a la música estoy viviendo experiencias muy bonitas que me inspiran mucho para crear. Todavía no estoy pensando en un nuevo trabajo porque no hace ni un año que saqué Ruegos y demás pero sí que es cierto que ya tengo material para sacar un de nuevo...

- ¿Te gusta o te molesta que te comparen con Sílvia Pérez Cruz? ¿En que crees que os parecéis?
Sílvia Pérez Cruz ha sido un referente muy grande para mí y que me comparen con ella es casi un elogio pero del mismo modo que son referentes Marisa Monte, Rocío Márquez, Diana Navarro, Amancio Prada, Jorge Drexler, etc. Creo que de cada artista que me llega al corazón puedo aprender muchísimo y sumar las maneras que encajan con mi persona y con mis determinaciones. Creo que me parezco a Sílvia Pérez Cruz en la manera de decir la música. Al final las palabras cuentan historias.