La caída libre, en la que se han invertido 2,4 millones de euros, tendrá capacidad para 24 personas y elevará a los visitantes a 500 metros sobre el nivel del mar, desde donde tendrán una visión de 360º de Barcelona, antes de caer al vacío. Se está acabando de instalar para poder inaugurarla en primavera.

Desde el día 3 de marzo sí que ya estarán disponibles otras novedades de la temporada del Tibidabo: el espacio CreaTibi by Lego, creado por el Espacio Lego con la colaboración de Abacus Educació, que dispone de una programación dirigida al fomento de las vocaciones científicas y una decoración inspirada en la llegada de la mujer a la Luna.

La atracción de terror pasará a llamarse Hotel 666 y ofrecerá un espacio en el que los visitantes, si se atreven, podrán conocer a los personajes más emblemáticos del Hotel y hacerse fotos con ellos. También se estrenan los nuevos miradores, después de la reforma del año anterior, y se renueva la oferta de espectáculos con propuestas para todos los públicos.

Además, se impulsarán nuevas iniciativas solidarias, como la campaña “Gotes pel món”, en colaboración con el proyecto educativo “Tu també pots”, que invitará a las escuelas a presentar acciones pensadas para mejorar el mundo. La iniciativa se suma a otras propuestas solidarias y educativas que ya hace años que se celebran, como el Fisidabo y el Mes de la Física, entre otras.

Consolidar el crecimiento de los últimos años

El parque cerró el 2023 con 681.000 visitantes, un 10 % más que en el 2022, y espera recibir a más de 708.000 personas durante este año. También se confía en llegar a los 900.000 viajeros de la Cuca de Llum, el premiado sistema de transporte del parque y el emblema de la estrategia medioambiental del Tibidabo.