Magnética, vital y cautivadora, esta obra revela cómo los seres humanos podemos activar profundos reservorios de resiliencia inexplorada dentro de nosotros mismos para adaptarnos, transformarnos y evolucionar en cualquier aparente caos. Los bailarines se mueven con precisión y virtuosismo y se sincronizan a la perfección con una atmósfera sonora cinematográfica que resuena por todo el auditorio y sumerge al público en el pulso de la danza. Los límites existentes aparentemente entre el cuerpo y la energía se disuelven y canalizan las fuerzas cíclicas que dan forma a la existencia humana.