El Liceu, uno de los teatros más solemnes de la arquitectura europea del siglo XIX, se inauguró en 1847. Destruido posteriormente por un incendio en 1994 y reinaugurado en 1999, el Liceu es hoy uno de los símbolos identificadores de la ciudad de Barcelona y un equipamiento fundamental de su patrimonio cultural.
Con 2.292 localidades, es uno de los teatros de ópera más grandes del mundo. Ofrece representaciones operísticas, espectáculos de danza, conciertos, recitales y espectáculos para el público infantil.
Los objetivos del Gran Teatre del Liceu, como entidad pública, son la creación de obras de arte que tienen la música como lenguaje preferente y la difusión de este arte entre el número más amplio posible de ciudadanos. El Liceu ha sido cuna de grandes voces y de grandes momentos artísticos, una tradición que continúa hoy con temporadas que equilibran óperas de repertorio con títulos innovadores y de reconocimiento.