Para elaborar el Plan Clima 2018-2030 y definir las actuaciones que habrá que llevar a cabo, se ha analizado la situación actual de la ciudad en sectores y vectores ambientales:
La planificación y gestión de la movilidad de Barcelona es un ámbito estratégico para reducir los gases de efecto invernadero y, al mismo tiempo, mejorar la calidad del aire y, por lo tanto, la salud de los ciudadanos y las ciudadanas.
El impacto del cambio climático sobre el verde y la biodiversidad es poco conocido, pero resulta evidente y hay que potenciar medidas para su adaptación
Barcelona apuesta por la transición del modelo actual de energías fósiles hacia un modelo mayoritario de fuentes limpias, renovables y que tengan en cuenta una generación distribuida.
Barcelona evoluciona hacia un modelo de ciudad centrado en la ciudadanía.
Hay una concepción integral de todo el ciclo del agua, y transversal a todos los actores municipales, como base del análisis de la situación actual y la definición de las actuaciones que se tienen que implementar para hacer frente al cambio climático.
El cambio climático influye en los requisitos básicos para la salud: un aire limpio, disponibilidad de agua potable y de alimentos suficientes, y una vivienda segura y suficientemente confortable.
Los efectos del cambio climático pueden producir cambios en los patrones de consumo y en la disponibilidad de recursos de energía, agua y alimentos.
Consulta el informe o su resumen. [CA]
El cambio climático es un reto global que requiere acciones locales. Para hacerle frente es necesario un cambio de paradigma en la gobernanza de la ciudad.
Muy probablemente, la seguridad alimentaria se verá afectada por el cambio climático, es decir, la disponibilidad de alimentos (la producción y el comercio), la estabilidad en el suministro de los alimentos, y el acceso y el uso de los alimentos.