Ikunde. Barcelona, metrópolis colonial

Tomando como hilo conductor la creación de Ikunde, en medio de la selva tropical, la exposición revisa los complejos y ambiguos vínculos entre Barcelona y Guinea. Partiendo de una museografía crítica, la exposición, la primera dedicada a lo que podríamos denominar «memoria incómoda», explora la historia de la dominación cultural y el papel que en ella desempeñó la etnología.

Desde finales del siglo xix, la rica actividad industrial en la Ciudad Condal había estimulado una importante transferencia de inversiones hacia Guinea, colonia española. A medida que se consolidaba la empresa colonial, la explotación de las riquezas del territorio supuso la creación de una red de colonos y de proyectos, algunos de ellos científicos.

Así, en 1959 se creó el centro de Ikunde, a pocos kilómetros de Bata, la capital de la Guinea continental. Fue gracias a la iniciativa de Antoni Jonch, en aquel entonces director del Parque Zoológico de Barcelona, y August Panyella, director del Museu Etnològic, y estaba dirigido por Jordi Sabater Pi. Ikunde suministró durante una década gran parte de los fondos zoológicos, etnológicos, arqueológicos y botánicos del Ayuntamiento de Barcelona, y es una institución clave para comprender algunos rasgos esenciales de la red de equipamientos culturales con los que cuenta actualmente la ciudad.

Tomando como hilo conductor la creación de Ikunde, en medio de la selva tropical, la exposición revisa los complejos y ambiguos vínculos entre Barcelona y Guinea.