07SEP2016

Aragó

En el Once de Septiembre se conjugan una celebración institucional con una reivindicación popular. ¿Sucede  igual en el resto de España? Repasamos otras fiestas nacionales, regionales y autonómicas.

Mañana explicaremos en el blog del Etnològic cómo surgió la celebración de la diada, como se le dotó de significado y qué otras efemérides fueron consideradas para representar las reivindicaciones nacionales. Las comunidades autónomas que conforman España son instituciones recientes, algunas de ellas con un relativo arraigo histórico, pero todas ellas han establecido un día festivo oficial en el que se conmemora alguna efeméride. En algunas de ellas, sin embargo, especialmente donde existe algún tipo de reivindicación nacional, se celebran extraoficialmente otras fechas. Darle un vistazo a estas otras festividades puede ofrecernos una panorámica interesante sobre cómo se reivindica una identidad y qué papel tienen los rituales para mantenerla viva.

De las 17 comunidades autónomas, siete han fijado una fiesta oficial relacionada con su origen administrativo, ya sea por la constitución del primer parlamento autonómico o por la aprobación del estatuto. Cinco más están dedicadas a patrones religiosos: San Jorge en Aragón, la Virgen de Covadonga en Asturias, la de Guadalupe en Extremadura, Santiago en Galicia y San Francisco Javier en Navarra.

El resto conmemoran alguna efeméride de su historia, anterior al régimen autonómico, como sería el caso de la diada catalana. En Madrid se celebra el dos de mayo, día en que, en 1808, el pueblo se levantó contra la ocupación napoleónica. Esta fecha ha sido reivindicada históricamente por el liberalismo español, pero ha acabado convirtiéndose en la fiesta de una de las comunidades autónomas sin ningún precedente histórico.

En el caso de los Países Catalanes, en Valencia es festiva la fecha en que el rey Jaime I conquistó la capital, aunque tiene más resonancias políticas el 25 de abril, en que se conmemora la batalla de Almansa de 1707, de un significado equivalente al del once de septiembre catalán. Contrariamente, en Baleares, donde el día oficial se celebra con motivo de la publicación de su estatuto, la fecha más tradicional y connotada desde un punto de vista nacional es precisamente la conquista catalana del rey Jaime, que sólo es festiva en Palma.

Castella

En Castilla y León, coincidiendo con el día de Sant Jordi, es oficial la fiesta que conmemora la batalla de Villalar, donde fue derrotada la revuelta comunera el 1521. Tenemos pues otro caso bastante parecido al de la derrota de 1714. También coincide con la fiesta madrileña al ser reivindicado por el liberalismo del siglo XIX, y de hecho la banda morada de la bandera republicana parece inspirada en los pendones del mismo color que lucían los comuneros. El carácter reivindicativo de la fecha hace que los movimientos nacionalistas -castellanos, que no españoles- de otros territorios que históricamente han formado parte de Castilla -como Castilla la Mancha, Cantabria, Madrid o la Rioja- también celebren extraoficialmente esta efeméride.

En Aragón y en Galicia, las respectivas fiestas patronales son también el espacio de reivindicación nacional, pero en otras comunidades donde la fecha se remonta a la transición, se han establecido otras celebraciones de carácter político, contrarias al régimen territorial actual. En Andalucía se celebra el 4 de diciembre, que rememora las históricas manifestaciones de 1977, pero también coincide con la insurrección cantonalista que se inició en Cádiz en 1868. En Canarias, la fecha oficial del 30 de mayo, con motivo de la primera sesión de su parlamento, es la misma de la rendición de los caudillos guanches durante la conquista del archipiélago, convirtiéndola en una conmemoración de la colonización castellana, a causa de lo cual se convocan actos de rechazo.

Un caso curioso es el del País Vasco, donde la fiesta oficial para la aprobación del estatuto convive con el Aberri Eguna -día de la patria- fijado el domingo de pascua para recordar una anécdota de la biografía del fundador del nacionalismo vasco , Sabino Arana: el día en que descubrió que su identidad era la vasca y no la española.

Todo ello nos invita a reflexionar sobre cómo la historia es leída e interpretada para dar significado al presente y a reivindicaciones políticas actuales.

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Museu Etnològic i de Cultures del Món

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