05NOV2025

Algunos de los objetos que forman la colección del MuEC están relacionados con expresiones culturales declaradas como Patrimonio inmaterial de la humanidad por la UNESCO. Las fallas del Pirineo, la técnica del bátik de Java, el teatro kabuki japonés o la cerámica tradicional de Puebla y Tlaxcala (México) (imagen encima), disfrutan de este reconocimiento como patrimonio vivo y ejemplos de la diversidad cultural y la creatividad.

Hace casi setenta años, el 16 de noviembre de 1945, nació, en el marco de las Naciones Unidas, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Se fundó con el objetivo de promover la colaboración internacional para preservar el patrimonio cultural y natural mundial, y la promoción de los derechos humanos. Además, quería contribuir a la paz y la solidaridad entre países, mediante la educación, las ciencias naturales y sociales, la cultura y la comunicación.

En todos los proyectos de la UNESCO, los criterios han sido siempre, antes de que nada, antropológicos. Pero sobre todo en una de sus iniciativas, aquella que determina el patrimonio inmaterial o intangible de la Humanidad. La necesidad de proteger y conservar una serie de manifestaciones patrimoniales especialmente sensibles a cambios sociales y culturales, promovió en el seno de la UNESCO la creación de la categoría de patrimonio intangible o inmaterial.