
'El Despertar de la Primavera': la adolescencia, a ritmo de pop y rock
¿Aún no lo habéis visto? Pues es urgente que conozcáis un musical que, a ritmo de pop y rock, habla del amor adolescente y de los miedos y tabúes de una época trascendente en nuestra vida. Regresa al Teatre Victòria, del 28 de marzo al 14 de abril.
Quizás ya habéis visto este montaje dirigido por Marc Vilavella y llevado a escena por Origen Produccions, porque es ya la tercera temporada que llega a los escenarios y, por lo que dicen, será la última. Quizás no tendréis más oportunidades, pues, de ver un montaje que es la versión catalana de Spring Awkening, un musical estrenado en Broadway en 2006 que se basa en una obra (Frühlings Erwachen) del dramaturgo alemán Frank Wedekind (sí, el de Lulú) del año 1891. De hecho, fue un escándalo en el momento de la publicación pues toca el tema del sexo en la adolescencia. La historia adoptó la forma de un film mudo en 1929.
Sí, una existencia tan larga y tantas adaptaciones a los formatos más diversos ya dejan claro que la historia que hay tras El despertar de la Primavera es muy potente. Y lo son también el libreto, las canciones y la música que la han convertido en el musical que firmaron Steven Sater y Duncan Sheik.
David Pintó se encargó de adaptar y traducir al catalán el montaje, dirigido por Marc Vilavella y con un espectacular plantel de jóvenes intérpretes y músicos en directo sobre el escenario, a los que se suma la participación, interpretando a los personajes adultos, de Mingo Ràfols y Roser Batalla, entre otros. Todo, para explicar la historia de Melchior y sus amigos. Todos ellos tendrán que ir encajando las piezas que forman el puzzle de la biología humana e intentaran descubrir como puedan los secretos de una sexualidad humana que la sociedad les oculta como si fuera un tabú.
El proceso de descubrimiento de estas realidades y las mismas relaciones que se establecen entre los protagonistas son la base de la historia, un relato conmovedor con mucho que ver con lo que todos y todas hemos vivido en un momento de nuestra existencia.
Con diecinueve números musicales, algunos de ellos espectaculares, el montaje acumuló premios y nominaciones en la versión original, igual que lo ha hecho en la versión catalana. Si todavía no la habéis visto y no queréis que os lo cuenten, tenéis una buena oportunidad estos días. Consultad la web del Teatre Victòria para más información.
