
Como danzar con los propios demonios
‘Impostor’, la nueva obra de Thomas Noone, explora la lucha interior y la investigación del equilibrio a través del cuerpo y la metáfora escénica.
Sombras que se arrastran silenciosas e infranqueables en nuestro interior, que nos cuestionan y nos frenan. Estos demonios son las heridas que nunca cicatrizaron del todo y los miedos no verbalizados que nos habitan en silencio, condicionando los pasos, las decisiones e incluso la manera como nos miramos al espejo. Porque la lucha para encontrar la paz interior no es un combate épico, sino un proceso lento y honesto de abrazar estas partes oscuras y aprender a convivir, sin huir. Thomas Noone investiga las formas de encontrar el equilibrio desde el concepto del no-dualismo en Impostor, una nueva creación que llega al teatro SAT!, como una prueba valiente para descubrir la parte enigmática que todas y todos poseemos.
A través de la danza, Thomas Noone busca retratar las formas en que se percibe el bien y el mal, huyendo de estereotipos y convencionalismos. Impostor es un ejercicio intimista donde el bailarín es también dual: su movimiento se verá acompañado de una criatura multiforme, que será su extensión y también toda su vulnerabilidad.
Es entonces cuando la persona y el personaje entran en un diálogo dinámico, casi hipnótico, que simboliza la lucha constante e ineludible entre el ser y sus demonios más oscuros. Este enfrentamiento simbólico, pero profundamente emocional, revela cómo la identidad se construye en la tensión entre aquello que mostramos y aquello que ocultamos. En Impostor, el cuerpo se transforma en territorio de conflicto y redención, donde cada gesto, cada desplazamiento, es una confesión muda de fragilidades y contradicciones.
Thomas Noone convierte la escena en un espacio de exploración poética, donde el movimiento no solo exprés, sino que transforma. Encontrarás más información y entradas en la página web del SAT!