Cuando una piedra juega a ser de madera

Una piedra de madera parece una contradicción en sí misma. En su materialidad, en su esencia. Conformada por una cosa que no debería ser, pero que la designa, variando en su estructura y características potenciales. Una piedra que ha perdido la capacidad de pesar. Que se ha transformado en una pieza mucho más ligera, transportable y capaz de arder si se acerca a una fuente de energía calorífica suficiente. La Pedra de Fusta es también el nombre propio de la nueva experiencia circense que llega al Teatre Nacional de Catalunya, que adapta esta concepción de la transformación para convertirla en un tipo de juego donde el sentido de la vida pasa por “aprender a hacer bailar a las piedras”.

Desde un punto de vista creativo, La Pedra de Fusta es un reclamo a aquella infancia donde una piedra dejaba su identidad de lado para convertirse en cualquier otra cosa. Podía ser un elefante, una pelota o la princesa de un reino inventado. Una capacidad de transformación infinita que es la fuente de inspiración para la Companyia de Circ “eia” que, a través del equilibrio, el humor y del público, hace cambiar el escenario con cada acrobacia.

La Pedra de Fusta es también una forma de arte basada en la colectividad, toda una experiencia compartida donde jóvenes, niños, personas adultas y gente mayor entran en comunión con los artistas para crear una versión única del espectáculo en cada función. Un encuentro intergeneracional donde todo el mundo tiene un lugar, y donde la complicidad entre público e intérpretes se transforma en materia prima para la creación de un momento irrepetible.

El espectáculo se despliega bajo la dirección e interpretación de Francesca Lissia, Celso Pereira y Jose Luis Redondo, y se ve envuelto por los paisajes sonoros del compositor Frantziscu Medda “Arrogalla”, que añaden textura y profundidad emocional a un universo donde nada es exactamente lo que parece. Encontrarás más información en la página web del Teatre Nacional de Catalunya.

Fotografía: Natacha Elmir.