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Fotografía de los componentes del grup de la isla de la Reunión Ziskakan

Ziskakan, 40 años de reivindicación y música criolla

El histórico grupo de la isla de la Reunión repasará su trayectoria, caracterizada por la dignificación de la herencia musical de los antiguos esclavos maloya.

El 31 de marzo, Harlem Jazz Club acogerá un concierto único, probablemente irrepetible. Actuará Ziskakan, una veterana y venerada banda que es, a la vez, la más conocida de la isla de la Reunión en todo el mundo. Encontrará Ziskakan en las estanterías de World Music, pero en realidad hace música local, profundamente arraigada en la memoria y su tierra, con instrumentos actuales. Esta fusión con el estilo autóctono y tradicional de canto, música y danza de la isla dio carta de nacimiento a la maloya eléctrica.

La Reunión se encuentra situada en el este de Madagascar, en el océano Índico. El siglo XVII fue ocupada por Francia, que le administra como una región ultraperiférica de la Unión Europea. Viven poco menos de un millón de personas, que se caracterizan por su juventud y el origen de sus ancestros: africanos, europeos, malgaches, indios, vietnamitas, malayos y chinos. Esta diversidad impregna la cultura insular, en especial su lengua, el criollo de la Reunión y la música. Los dos géneros musicales propios de la isla son la séga –una variante criolla de la cuadrilla– y la maloya. Como el blues americano, la maloya fue llevada por los esclavos africanos y formaba parte de una danza ritual clandestina que se acompañaba de instrumentos realizados con plantas, como las tijas de caña o la calabaza.

En 1979, en un contexto de toma de conciencia y dignificación de la cultura autóctona, el joven Gilbert Pounia fundó Ziskakan, que significa "hasta cuándo", en lengua criolla. Además de difundir y promocionar la identidad cultural de la Reunión con espectáculos de teatro, poesía, danza, o literatura, Ziskakan denunció las políticas coloniales dirigidas desde la metrópoli y participó de movimientos populares, como la creación de una emisora ​​de radio libre que llevaba su nombre. En 1983 publicó un álbum doble, Péi Bato Fou, que se ha convertido en un himno y que abrió la puerta a otras bandas como Zanzibar, Fenoamby, Perseo Polis, Sabouk, Zetwal Katrer o Maloya Zone 7.

43 años después, Harlem Jazz Club invita al público de Barcelona a viajar a un universo sonoro exótico y agradable que conecta con el fondo de la memoria musical humana.

La entrada vale 18 euros y se puede comprar anticipadamente en este enlace. El concierto empezará a las 22.30 h, pero la sala y el servicio de bar abrirán a las 21 h.

Fecha de publicación: Jueves, 24 marzo 2022
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