‘La brama del cérvol’, el eco de una soledad compartida

Después del éxito de Le congrès ne marche pas, la compañía La Calòrica vuelve a subir al escenario del Teatre Lliure con La brama del cérvol, una nueva comedia cargada de angustia contemporánea, ironía política y un humor marca de la casa. Escrita por Joan Yago y dirigida por Israel Solà, la obra se estrena como una experiencia teatral que oscila entre la investigación de un sentido colectivo y la exploración de las neurosis individuales.

La acción se sitúa en un viejo hotel de montaña perdido en medio de la nada. En este paraje apartado convergerán varios personajes: turistas que buscan escuchar la leyenda del ciervo (una experiencia promesa por todas las guías), parejas en crisis, empresarios inmobiliarios, un grupo de creadores escénicos decididos a debatir sobre el papel del teatro en la transformación social y dos chicas desorientadas que buscan una fiesta secreta que, según dicen, se celebra en el valle desde hace mil años.

La brama del cérvol es una obra coral que presenta a unos personajes atrapados entre la necesidad de conectar, la presión de vivir intensamente y el vacío existencial, un sentimiento cada vez más arraigado en la sociedad contemporánea. Y, es que, a pesar de la disparidad de motivos que conducen a los personajes a acabar en este hotel remoto, todos comparten una sensación continua de soledad. Mientras tanto, día tras día, el famoso grito del ciervo todavía no se ha dejado escuchar. 

Una creación teatral que trata una de las paradojas más aflictivas de la actualidad: la dificultad de sentirnos conectados en un mundo hiperconectado y desconectar cuando lo necesitamos, sin sufrir el trasiego de la soledad. Si quieres experimentar esta angustia contemporánea, pero con toques de humor irónico, no dudes en consultar la web del Teatre Lliure, que La brama del cérvol te está esperando para sonar bien fuerte.