Volver

Imagen promocional de la muestra Manuales de reparaciones y sonidos cósmicos
Diagrama de los moviments contraculturales generados desde la década de 1960

‘Manuales de reparaciones y sonidos cósmicos’ en el MACBA

Una “exposición expandida” basada en la autogestión y la autoedición de materiales artísticos e ideológicos repasa los logros y fracasos de los proyectos contraculturales para vivir en sintonía con la naturaleza.

El Centro de Estudios y Documentación (CED), situado en la planta 0 del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA), acoge la muestra Manuales de reparaciones y sonidos cósmicos hasta el mes de mayo de 2022. Se trata de una “exposición expandida” comisariada por Magui Dávila y Maite Muñoz que despliega una selección de fanzines, manuales, vinilos, casetes, experiencias sonoras, pósters y ensayos que invitan a pensar en otras formas posibles de habitar el planeta desde una alianza interespecies ecofeminista y ecosocial.

Todas las publicaciones reunidas –gráficas, textuales y sonoras– recurren a la autoedición colectiva y experimental para afrontar las emergencias de la crisis climática y la autogestión de recursos. Es una elección necesariamente incompleta y subjetiva, pero muy ilustrativa de la historia de los proyectos comunitarios que, desde la década de los sesenta, pregonan nuevas formas de existencia y convivencia desde la contracultura, con influencias sobre la cibercultura.

La investigación parte del impacto que ha tenido el arquitecto, inventor y utopista Buckminster Fuller en diferentes generaciones de creadoras y creadores a la hora de buscar maneras alternativas de relacionarse con el medio ambiente a partir de las estrategias del haz- lo tú mismo o lo más con menos, y que vemos más o menos encarnadas en proyectos comunitarios pacifistas, como Drop City, The Farm o The Diggers; anarquistas, como Provo o Christiania, o basados ​​en el diseño y la arquitectura radicales, como Archigram o Ken Isaacs. También los beatniks y los hippies utilizaron publicaciones autoeditadas para diseminar ideas que desafían los intereses del poder establecido y proponen una nueva vida espiritual al margen del sistema.

Todos estos proyectos recurrieron a la música como catalizador y propiciaron experiencias sonoras en las que el uso de sintetizadores y el consumo de cócteles lisérgicos tuvieron un papel fundamental. Discos como Mother Earth’s Plantasia (1976), de Mort Garson, y Green (1986), de Hiroshi Yoshimura, se servían de instrumentos electrónicos para crear música para plantas y humanos que cuestionaba la visión antropocéntrica del mundo. También las primeras fotografías que se hicieron de la Tierra desde el espacio exterior en 1968 influyeron en la aparición de la música ambiente y techno, con sus derivadas: el cosmic techno, los ritmos fragmentados, el tiempo dubbing o el afrofuturismo; texturas y ritmos profundos, orgánicos e interconectados que apelan a una conciencia ancestral ya la necesidad de vivir en armonía con la naturaleza.

Fecha de publicación: Martes, 07 Diciembre 2021
  • Comparte