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Jardín Botánico Histórico

La magia de los hoyos de la Foixarda

El Jardín Botánico Histórico aloja una frondosa vegetación propia de climas mediterráneos y templados.

Montjuïc es uno de los principales espacios verdes de Barcelona, con una destacada actividad cultural, deportiva y de ocio. A lo largo de la historia ha contribuido al crecimiento de Barcelona y, de hecho, su roca ha sido explotada durante siglos para construir muchos de los edificios de la ciudad. Hoy su roca no se extrae pero los hoyos de sus canteras permanecen y en algunos casos se les ha dado un segundo uso. Es el caso del Jardín Botánico Histórico, el cual ocupa dos de las hondonadas de la antigua cantera de la Foixarda. El espacio hundido ha permitido crear un parque sombrío y frondoso, poblado con especies propias de la flora autóctona y de otras regiones. La visita al Jardín es libre y gratuita, pero además, los primeros domingos de octubre y noviembre, el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona organiza itinerarios guiados.

El Jardín Botánico Histórico se ubica detrás del Museo Nacional de Arte de Cataluña. Fue creado entre 1930 y 1940 por Pius Font i Quer y Antoni de Bolòs, dos de los botánicos más destacados del siglo pasado en nuestro país. En él viven algunas de las especies emblemáticas de nuestra flora como el olivo, la sabina, la encina, el fresno, el boj o el palmito. Son ejemplares adaptados a nuestro clima, el mediterráneo, con una estacionalidad muy marcada y un período estival seco y cálido. Pero el hecho de estar en un espacio hundido de la umbría de Montjuïc hace que las temperaturas de ciertos rincones lleguen a ser cuatro grados más bajas y el ambiente, más húmedo. Esto favorece el crecimiento de especies de climas más fríos y de regiones montañosas. Por este motivo, en el Jardín se pueden encontrar plantas de otros rincones del mundo como Europa, Asia, el norte de África o Sudamérica: el haya, el cedro del Atlas, el tejo, la araucaria de Brasil, el ginkgo.

Pasear por el Jardín equivale a viajar por diferentes regiones del mundo a través de su vegetación, entre la que figuran los árboles más altos de Barcelona. El espacio incluye, además, un huerto etnobotánico donde se cultivan plantas útiles para el ser humano, el edificio de la masía construido con motivo de la Exposición Universal de 1929, y un hotel de insectos, entre otras curiosidades.

Más información en este enlace.

Fecha de publicación: Viernes, 04 Septiembre 2020
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