Monólogo a siete voces de Pere Arquillué

Dice Xavier Albertí: "Una muerte en una obra de teatro siempre debe servir para algo". En el caso que nos ocupa, el brutal asesinato de un chico de 17 años sirve para activar la búsqueda de sentido de los personajes que le rodean. Unos personajes interpretados todos por el mismo actor, Pere Arquillué, como si de un ritual de exorcismo se tratara. Estamos hablando del monólogo El cos més bonic que s'haurà trobat mai en aquest lloc, texto con el que Josep Maria Miró se convirtió en el primer autor en ganar en tres ocasiones el Premio Born. El montaje estará en el escenario del Romea del 25 de mayo al 12 de junio.

En esta ficción, el joven que aparece muerto, en medio de un campo de forraje, lleva solo un bañador rojo y unas zapatillas deportivas. Los diferentes personajes que intervienen nos aproximan al suceso, pero también al paisaje rural de un pueblo donde, hasta ahora, parecía que nunca ocurriera nada. Uno de los personajes centrales pasa a ser el padre de la víctima, fallecido una década antes. Autor y director manifiestan que es un monólogo sobre el deseo y las terribles consecuencias que supone negarlo. En cuanto al veredicto del jurado que le otorgó el Premi Born, se puede leer que en el texto de Miró "lo que no se dice es tan importante como lo que expresa", y también habla de su "efecto hipnótico capaz de crear imágenes desde el principio como por la declaración de amor con respecto a la vulnerabilidad de la belleza". La voz (o voces) de Arquillué solo están acompañadas por momentos por la música compuesta por Quim Reixach y Sergi Llopart.

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