Anatomia d’un edifici
«Anatomía de un edificio» abre las puertas de un edificio en Barcelona para transformarlo en un cuerpo vivo que la ciudadanía podrá explorar por dentro.
Imagina que pudiésemos entrar dentro de un edificio y escucharlo. Que nos hablase del aire que respira, del frío que pasa, de las grietas que nadie ve, pero que están ahí. Cada planta del edificio revelará diferentes órganos: las tuberías serán el sistema circulatorio; las paredes, la piel; las ventanas, los pulmones.
A través de un recorrido guiado con actores y puntos interactivos, la ciudadanía aprenderá a detectar problemas invisibles, desde humedades a materiales nocivos; entenderá cómo afectan todos estos elementos al bienestar de quienes lo habitan, cómo limita la vida de una persona mayor una vivienda sin medidas de accesibilidad... y aprenderá a reconocer el valor de los técnicos como profesionales de la salud de los edificios.
Pero la experiencia no es solo pedagógica: también es una herramienta de diálogo. Recogeremos datos de retorno que permitirán entender mejor qué sabe y qué preocupa a la población: ¿sabemos qué es una ITE? ¿Nos sentimos seguros en casa? ¿Estamos preparados para fenómenos climáticos extremos? A cambio, cada visitante recibirá una guía personalizada para evaluar la salud de su propia vivienda y saber cuándo y cómo actuar.
Con un formato innovador y de gran repercusión mediática, el proyecto refuerza el compromiso público con la vivienda digna, la sostenibilidad y la calidad de vida. Es una oportunidad para hacer ciudad desde el conocimiento y la participación.
En 2026, Barcelona será Capital Mundial de la Arquitectura. Los arquitectos técnicos queremos aprovechar este hito para situar la ciudad —y sus retos— en el centro del debate. Con la vivienda como principal preocupación ciudadana, según el último barómetro del CEO, nos proponemos identificar los desafíos que afectan a la vida cotidiana y aportar soluciones concretas y reales.
Para hacerlo, promoveremos conversaciones en el espacio público que nos permitan escuchar y dialogar con la ciudadanía, los políticos, el poder económico y los profesionales del sector.
El objetivo es ser parte activa de la transformación de la ciudad, porque una ciudad que cuida de sus habitantes empieza por escuchar a sus edificios.
